Entrevista

El duque de Calabria: "La Historia reconocerá lo que el Rey Juan Carlos ha hecho por España"

Muy cercano a Felipe VI y su padre, hablamos con el príncipe más comprometido y anónimo

Entrevista con el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans (Duque de Calabria© Alberto R. Roldán / Diario La Razón.08 04 2025
Entrevista con el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans (Duque de Calabria© Alberto R. Roldán / DiAlberto R. RoldánFotógrafos

Ser príncipe en el siglo XXI es muy diferente a serlo en tiempos pretéritos. Don Pedro de Borbón Dos Sicilias y Orleáns, duque de Calabria, conde de Caserta, es un ejemplo vivo de lo que debe ser un príncipe en la actualidad. Transcurre sus días ocupado de su amplia familia, de su mujer Doña Sofía de Landaluce y Melgarejo, y de sus siete hijos, el mayor de los cuales, Don Jaime, duque de Noto, contrajo matrimonio en Palermo, el 25 de septiembre de 2021, con Lady Charlotte Lindesay-Bethune, hija del XVI Conde de Lindsay y de Diana Chamberlayne-Macdonald. Ya tienen su primera hija, la princesa Francesca.

Su vida está a caballo entre Castilla La Mancha y Madrid. Dirige una serie de empresas dedicadas a la gestión de fincas, sobre todo en Ciudad Real, forestales, agrícolas, ganaderas y cinegéticas, además de a la cría de halcones. La caza es una actividad clásica y tradicional entre sus antepasados. En su labor en el medio agrícola ha desarrollado, me dice, «diversas innovaciones como por ejemplo, entre otras, plantar viñas y olivares en ‘keyline’». Estos días me comentaba la alegría de haber visto caer tanta agua en el campo, oro para los agricultores, quienes -como él- dependen en gran medida de la meteorología. Su amor por el medio rural y la naturaleza está fuera de toda duda. Por algo estudió ingeniería agrícola. Para él, «cada época del año tiene en el campo su propia belleza» y todas son necesarias para el normal desarrollo de los cultivos.

Peregrinación a Roma

Preguntando a Don Pedro, qué significa para él ser Jefe de la Real Casa de las Dos Sicilias me afirma que «implica una responsabilidad ante la Historia, ante mis antepasados y ante mi familia actual, para mantener vivo el recuerdo de un reino muy antiguo, que tuvo una capital, Nápoles, en la parte continental, y otra, Palermo, en Sicilia, que se cuentan entre las más hermosas ciudades de Europa». Su relación con lo italiano es intensa, ya que, como él me dice, «especialmente desde que asumí la Jefatura de la Real Casa y el Gran Maestrazgo de la Orden Constantiniana de San Jorge, me comprometí a ir con frecuencia a Italia, donde tantos lazos históricos tengo y donde las actividades de la Orden son tan intensas, para apoyar con mi presencia e impulso esas actividades y animar a todos los miembros de la Orden a perseverar en ellas».

Entrevista con el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans (Duque de Calabria © Alberto R. Roldán / Di
Entrevista con el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans (Duque de Calabria © Alberto R. Roldán / DiAlberto R. RoldánFotógrafos

Continúa: «Hasta ahora, he cumplido con esa promesa y, de hecho, los próximos días 25 y 26 de abril, con motivo del Año Santo, peregrinaré a Roma con buena parte de mi familia y centenares de miembros de la Orden y celebraremos sendas Misas de Pontifical en las basílicas de San Pablo Extramuros y Santa Cruz del Flaminio. La Orden Constantiniana», explica, «tiene como objetivos fundamentales la defensa de la Fe y de la Cruz, y la ayuda a los más necesitados. Yo, como su gran maestre, debo esforzarme por crear las condiciones para que esos fines se cumplan y para que las actividades caritativas y, también, de difusión de la cultura, crezcan y alcancen al mayor número posible de personas».

Don Pedro, aunque Jefe de la Casa Real de las Dos Sicilias, no reivindica trono alguno, y es sobre todo un gran español. Afirma que «no existe contradicción alguna entre encabezar una Casa Real extranjera y sentirse plenamente español». Hizo en España su servicio militar, vive en nuestro país, su mujer y sus hijos también nacieron aquí, y sirve a la Corona en todo lo que puede, pues se considera un ciudadano más. De una enorme humildad, siempre agradecido a quien le hace cualquier servicio, por mínimo que sea, tiene la virtud de caer bien en cualquier ambiente. Tiene el convencimiento que «la Monarquía aporta estabilidad, continuidad, unión entre todos, a la vez tradición y modernidad, es decir, al mismo tiempo lazos entre el pasado y la actualidad pues» -comenta- «somos en parte lo que fueron quienes nos precedieron».

Entrevista con el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans (Duque de Calabria © Alberto R. Roldán / Di
Entrevista con el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans (Duque de Calabria © Alberto R. Roldán / DiAlberto R. RoldánFotógrafos

Y su predecesor más cercano fue su padre, el infante Don Carlos, anterior Duque de Calabria, primo hermano del Rey Don Juan Carlos. De su progenitor me dice que le dio siempre «un ejemplo de servicio, rectitud y afecto en la vida de familia, además de un gran amor al campo y a España y a servir a la Corona», enseñanzas que también recibió de su madre la Princesa Doña Ana y que, junto con su mujer Doña Sofía, intentan transmitir a sus hijos. Don Carlos era un hombre extremadamente leal a su primo hermano el Rey Don Juan Carlos y un gran patriota. Don Pedro ha heredado esa lealtad, y añade que «se la debemos en agradecimiento a todo lo que hizo por España antes, durante y después de su reinado y que, estoy seguro, la Historia reconocerá», afirma.

La Orden Costantiniana

Quienes conocemos algo la agenda de Don Pedro sabemos que está repleta de trabajo y otras ocupaciones, entre las que no es menor la que deriva de su condición de Gran Maestre de la Sagrada y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, orden de caballería, constituida en España en Fundación, dedicada a hacer el bien a los más necesitados en muchos países, a través de sus delegaciones en Alemania, Austria, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Liechtenstein, Luxemburgo, Perú, Portugal, Reino Unido, San Marino o Suecia. Me comenta que «estamos prontos a iniciar actividades en otros países y nos ocupamos de múltiples proyectos, pero siempre en favor de los más necesitados y también intentando difundir la fe católica y la cultura». Los requisitos para formar parte de la Orden Constantiniana, donde entran hombres y mujeres, son pocos y claros. Afirma que son «comulgar con los fines de la Orden y esforzarse por ayudar a su consecución, cada uno desde su lugar en la vida». Tanto Don Pedro como Doña Sofía, duquesa de Calabria, son profundamente religiosos, con una religiosidad firme que no depende de los vaivenes de la vida, de las penas o alegrías, sino que se mantiene incólume en su familia, para transmitir con el ejemplo el auténtico sentido del verdadero catolicismo.

Entrevista con el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans (Duque de Calabria © Alberto R. Roldán / Di
Entrevista con el príncipe Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Orleans (Duque de Calabria © Alberto R. Roldán / DiAlberto R. RoldánFotógrafos

Otra de sus actividades está centrada en la presidencia del Real Consejo de las Órdenes Militares, que agrupa las de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa. Fue el Rey Don Juan Carlos quien le nombró, por cierto, dándole en dicho nombramiento el tratamiento de Alteza Real, que tiene como Principe de las Dos Sicilias. Estas órdenes, afirma, «no sólo mantienen viva la tradición caballeresca española, sino que se ocupan tanto del mantenimiento de su patrimonio histórico-artístico, como de atender, por ejemplo, a través del Hospital de Santiago de Cuenca, una de las instituciones asistenciales más antiguas de España, a personas de la tercera edad», recalca.

Católicos fervientes

Don Pedro es nieto de los Condes de París, los príncipes Enrique de Orléans e Isabel de Orléans-Braganza, princesa brasileña. Su memoria está siempre viva y esa parte francesa de su personalidad hace de él un ser multifacético. Recordemos también que su abuela la infanta Doña Alicia, princesa de Parma, a la que adoraba, era hija de una archiduquesa de Austria y que él sigue vinculado a ese país donde pasa algunas semanas cada año.

Profundamente enamorado de su esposa, constituye con ella un tándem ejemplar. Los Duques de Calabria han educado a sus siete hijos en el conocimiento de quiénes son, pero «sin hacerles creer que, por ser príncipes de la Casa de Borbón Dos Sicilias, son superiores a nadie sino inculcándoles que el trabajo es fuente de virtudes humanas y sobrenaturales, y que deben ganarse el respeto de los demás con esfuerzo y agradecimiento». Con los hijos de Pedro de Borbón y Dos Sicilias y Doña Sofía la continuidad dinástica dos-siciliana está garantizada.

Pedro de Borbón Dos Sicilias y su mujer, Sofía de Landaluce
Pedro de Borbón Dos Sicilias y su mujer, Sofía de LandaluceGtres

Lo suyo fue un amor adolescente, que aún mantiene viva la llama. Se conocieron cuando él tenía 23 y ella, 18 años. Ella no formaba parte de la realeza, pero Sofía de Landaluce supo ganarse el aprecio de su familia política. Ella tuvo que esperar pacientemente una década para poder casarse con su esposo. La boda se celebró en 2001 en el Club Puerta de Hierro, a la que acudieron al completo los Borbón y Grecia, un vínculo que se ha mantenido firme.

Un Borbón en el barro de la dana

Muchos se sorprendieron cuando las redes sociales sacaron a la luz la fotografía de Don Pedro de Orleans lleno de barro, ayudando en Valencia después de la catástrofe de la Dana. El Duque de Calabria acudió a ayudar como un ciudadano solidario más, sin buscar un ápice de protagonismo. Los que le conocen saben que estas acciones son frecuentes y forman parte de la vida de este príncipe. Durante el confinamiento, fueron muchas las iniciativas que promovió desde las órdenes que preside para atender a los más necesitados. Pero lejos a limitarse a gestionar partidas desde su despacho del barrio de Salamanca, Don Pedro salió a la calle a ayudar a las personas más vulnerables, en un tiempo tan complicado como fue la pandemia por el terrible coronavirus.