Continua la preocupación
Ernesto de Hannover se siente solo en el hospital: la ruptura familiar se hace evidente
El príncipe alemán tan solo tiene a su hijo Christian, su nuera Sassa y su novia Claudia con él. Lleva una semana ingresado y está “bajo de ánimos”
Ernesto de Hannoverse encuentra aún ingresado en la clínica Ruber Internacional de Madrid, aunque se desconoce a ciencia cierta el motivo. El diagnóstico sigue siendo un misterio, aunque todo apunta a que se debe a un posible empeoramiento de su último paso por quirófano. Se operó la cadera y el posoperatorio ha sido tedioso y largo, tanto que cuatro meses más tarde sigue dando problemas y le ha llevado ahora de nuevo al hospital. Ahí no solo lucha por recobrar la salud, sino también acepta quiénes desean estar junto a él y quienes han decidido no formar parte de su vida, tampoco cuando corren el riesgo de perderle para siempre.
La salud del que fuese marido de la princesa Carolina de Mónaco preocupa, y mucho, a sus allegados. Su familia y amigos se han instalado en el hospital madrileño para estar junto a él. Así lo hace su hijo Christian, junto a su esposa, Sassa de Osma. También es fundamental la ayuda que le está prestando su novia, Claudia Stilianopoulos, encargada de dar el último parte médico de su amado. Pero después de una semana en el hospital, comienzan a hacerse cada vez más pesadas las ausencias, evidenciándose la fractura familiar en el seno de los Hannover.
Los hijos que dan la espalda a Ernesto de Hannover
Echando cuentas, tan solo el hijo que tuvo con Chantal Hochuli, Christian de Hannover, ha estado a su lado. Ni se les ha visto a lo largo de estos siete días y tampoco se les espera próximamente es a los otros dos hijos del aristócrata alemán. Desde el 2021 mantiene una relación con la hija de Pitita Ridruejo y Christian y su nuera Sassa, que también residen en Madrid, son su único vínculo familiar. También ahora que está ingresado en el hospital y que la preocupación se ha propagado entre sus seres queridos. Alertan de su bajo estado de ánimo.
La relación que mantiene Ernesto de Hannover con su primogénito es distante y, en ocasiones, explosiva. Son numerosos los enfrentamientos que les ha llevado a estar en pie de guerra a lo largo de los años, pero el peor fue aquel en el que el amor jugó un papel protagonista. Ernesto hijo se enamoró de Ekaterina Malysheva y decidió casarse en gananciales con ella. Es con quien formó su familia. El padre nunca apoyó esta unión y decidió blindar su patrimonio ante las dudas que le trae su nuera. Esto provocó un enfrentamiento familiar que terminó en los juzgados.
El príncipe de Hannover restringió a su hijo el acceso al patrimonio que le había cedido en vida. Con eso se aseguraba que, en caso de divorcio, su hijo tuviese que responder con estos bienes para la futurible manutención de su exmujer e hijos. Para ello, demandó a su hijo para solicitarle lo que le había legado, como el castillo de Marienburg. La justicia alemana falló en contra del padre, quien vendió el proceso a una empresa austriaca para evitar pagar las elevadas costas del proceso judicial. Además del escándalo mediático que supuso todo esto, su relación nunca volvió a ser la misma y ahora viven ajenos a lo que les sucede. Bueno o malo.
Algo que también sucede con Alexandra de Hannover, la hija que el príncipe alemán tuvo con la princesa Carolina de Mónaco. Llegó en el seno de un matrimonio aparentemente feliz, que pronto comenzó a copar titulares por escándalos. Especialmente los de él, siendo el alcohol su peor compañero de escena ante las cámaras. Su divorcio provocó también la ruptura de los lazos entre padre e hija. No hay constancia de que hayan tenido contacto. La joven ha crecido a la vera de su madre y no parece estar muy pendiente de la situación de su padre. Aunque habrá leído en la prensa que está ingresado en el hospital, tampoco ella tiene intención de hacerle una visita para darle ánimos en su recuperación.