Se confiesa

Kate Middleton y el defecto que Buckingham le obligó a corregir entre burlas y chanzas

La princesa es valorada positivamente por el 72% de su pueblo, pero tuvo que trabajar muy duro para pulir el diamante en bruto que suponía

Kate Middleton visita el hospital donde recibió quimioterapia
Kate Middleton visita el hospital donde recibió quimioterapiaGtres

Kate Middletonha sabido meterse al pueblo británico y la opinión pública internacional en el bolsillo. Tiene madera de princesa y de forma innata ha llegado al corazón de propios y extraños, incluso antes de batallar contra un cáncer y destacar que, antes que cualquier cosa, es madre de tres niños. Por encima de cualquier consideración subraya su papel como madre y vela por una educación lo más normal posible para sus vástagos con el príncipe Guillermo. Esto pasa por alejarles de muchas tradiciones, especialmente las más sangrientas, pero también por mostrar naturalidad en todos y cada uno de sus gestos. Públicos y privados.

Y eso que le ha costado algún que otro quebradero de cabeza, hasta el punto de convertirse en motivo de chanzas en su propia familia. Al menos sí de su familia política, los Windsor, que le han acogido con los brazos abiertos y han hecho de ella una de sus mejores representantes de cara a la galería. De ahí quizá que goce de muy buena salud pública, siendo muy bien valorada por el 72% de los encuestados, que destacan su cercanía y naturalidad, además de su férreo compromiso con la Corona. Pero para eso tuvo que poner remedio a lo que en palacio consideraban un defecto y que podría haberles metido en más de un problema.

El defecto por el que se reían de Kate Middleton

Meghan Markle ha hablado largo y tendido, en modo crítico, de lo mal que lo pasó cuando entró a formar parte de la Familia Real británica. No se lo pusieron nada fácil e incluso ha puesto de relieve episodios “racistas” que la llevaron al límite. No contaba con el apoyo de nadie en palacio y terminó viendo su salud mental perjudicada, hasta el punto de pensar en el suicidio como vía de escape. Lo mismo le sucedió al principio Kate Middleton, pero finalmente supo meterse a la familia del príncipe Guillermo en el bolsillo y ahora la consideran una igual. Le costó sudor y lágrimas, mientras que en Buckingham se reían a carcajadas a su costa.

El Rey Carlos III y Kate Middleton en una imagen de archivo
El Rey Carlos III y Kate Middleton en una imagen de archivoChris JacksonAgencia AP

“Se metió en problemas”, destacan desde ‘Daily Mail’ al poner de relieve las dificultades que se topó a su llegada a palacio. Había una peculiaridad de su forma de ser que no gustaba nada y que han tenido que obligarla a corregir. Aunque le costó coger confianza y mostrarse tal y como es, cuando se sintió en su salsa sobrepasó muchos límites. Así lo confesó ella misma cuando aseguró que sus suegros, el rey Carlos III de Inglaterra y la reina Camilla se “burlaban” de ella por cómo hablaba sin cesar. Era difícil callarla y esto le hacía entrar en problemas en más de una ocasión, pues no siempre medía sus palabras, como destacan desde el citado medio británico.

Fue después de su primer compromiso con la Reina Isabel II cuando la llamaron al orden y le dieron directrices para que amansara su verborrea. “El momento más memorable para mí, supongo, fue un día fuera de Leicester que fui sin Guillermo, así que estaba bastante preocupada. En mi familia todos se rieron de mí, porque paso demasiado tiempo charlando, así que creo que todavía tengo que aprender un poco más y recoger algunos consejos. Sin duda creo que es un verdadero arte la manera de pasear”, destacaba Kate Middleton. Y es que le animaron a no hablar tanto con una única persona en actos públicos, pues debía ganarse la simpatía del mayor número de ciudadanos. Eso sí, sin traspasar fronteras como hacerse fotos a modo de selfie con curiosos, pues debía mantener la compostura como futuro de la Corona.