Mayoría de edad
La nueva agenda de Sofía con 18
Es muy probable que veamos poco a poco incrementar sus apariciones públicas
Muchos se preguntan qué va a ser de la Infanta Sofía a partir de que el 29 de abril de 2025 adquiera la mayoría de edad. En España, al igual que en otras monarquías, los príncipes que no son los inmediatos llamados a suceder han tenido y tienen, en general, un papel de apoyo a la Corona, y a quienes la encabezan, los monarcas y los príncipes herederos. Lo vemos a diario en las agendas de los príncipes europeos. En Bélgica, por ejemplo, el príncipe Lorenzo, a través de su fundación Prince Laurent se enfoca en el cuidado animal; el príncipe Gabriel, aunque muy joven aún, se dedicó durante la pandemia de Covid-19 a realizar llamadas telefónicas a ancianos que vivían en residencias para calmar su soledad o, anteriormente, a acompañar a personas inválidas. La princesa Astrid tiene aún mayor implicación en las actividades de la Corona: tender puentes entre empresas belgas y extranjeras, potenciar el desarrollo sanitario, apoyar al deporte paralímpico, ocuparse de madres solteras o de potenciar los bancos de alimentos, entre otras funciones.
Labores humanitarias
Como vemos, las actividades de estos príncipes cercanos al trono, pero no inmediatos sucesores en él, se centran principalmente en labores humanitarias, culturales, o benéficas. Para todo ello, es preciso que la hermana de la Princesa de Asturias encuentre un adecuado equilibrio entre su vida personal y familiar, sus estudios y su futuro laboral o profesional, con algo que –idea clave– no es un trabajo, sino una función que solo terminará el día de su fallecimiento. Su condición de Infanta de España implica, mientras la mantenga –y habitualmente dura toda la vida– una serie de obligaciones llamémosles «morales» que tienen más relación con el servicio a España y a la Corona –la segunda representa plenamente a la primera– que con actividad laboral alguna. En ese sentido, a partir de ahora es muy probable que veamos incrementarse poco a poco sus apariciones oficiales en solitario –además de las conjuntas con el resto de su familia– como la que protagonizó en diciembre pasado al entregar los galardones a los ganadores del Concurso de Fotografía que lleva su nombre. Cumplir dieciocho años es un acontecimiento en cualquier joven: la posibilidad de votar, de tener el carnet de conducir, de prescindir de la tutela parental, etc. Pero en el caso de una Infanta de España se agregan responsabilidades que no tienen los demás jóvenes de su edad y que le exigirán dedicación y esfuerzo. La ventaja es que es algo esperado, para lo que viene preparándose con el ejemplo familiar, además de poder inspirarse en la práctica común de otras casas reales. Por tanto, ¡Felicidades Alteza Real!