A los pies de la Reina Letizia: el calvario que sufre con el neuroma de Morton

La Reina Letizia siempre ha disfrutado estilizando su silueta subiéndose a tacones imposibles, aunque poco a poco esto lo ha ido dejando a un lado debido a sus problemas de dolores en el pie. Últimamente se ha sumado a la moda del tacón sensato o ella ha contribuido a que se instaure esta tendencia, aunque parece no ser suficiente para calmar su malestar. Algo que le ha obligado a protagonizar una curiosa estampa que ha llamado poderosamente la atención de todos durante su viaje de Estado a los Países Bajos, durante el besamanos por la cena de gala orquestada en palacio por los Reyes Guillermo y Máxima de Holanda. Y es que la consorte patria ha tenido que atender a los invitados a la velada cómodamente sentada en una silla, debido a su doloroso Neuroma de Morton, con el que lleva lidiando desde hace un tiempo.

En un primer momento, el dolor que sufría la Reina Letizia lo hacía en silencio, sin dar muestras públicas de ello. Poco a poco se ha ido bajando de los tacones de más de diez centímetros, hasta acabar combinando sus outfits con zapato plano. Pero en junio de 2022 fue diagnosticada con este problema, algo de lo que dio una explicación que sorprendió a muchos. Así lo desveló en un corrillo con periodistas durante una recepción que sufre el neuroma de Morton, en su caso en el pie izquierdo. Así detalló en qué consistía esta afección, pues no es por todos conocida, y el motivo por el cual, en ocasiones, debe cambiarse de zapatos en mitad de un acto público, optar por un tacón sensato o, como esta vez en el besamanos en el palacio holandés, directamente sentarse ante la imposibilidad de aguantar de pie. Y es que permanecer inmóvil durante mucho tiempo sin poder sentarse es una auténtica suplicia para quien lo padece.

“El neuroma de Morton es una afección dolorosa que afecta el metatarso, más frecuentemente el lugar entre el tercero y el cuarto dedo del pie”, detallan desde la Clínica Mayo, que define el dolor como “agudo con ardor en la bola del pie” y que se siente “como si estuvieras pasando sobre una piedra en tu zapato o un pliegue del calcetín”. Pero en realidad, lo que causa este sufrimiento es “el engrosamiento del tejido alrededor de uno de los nervios de los dedos de los pies”. Esto termina provocando “picazón, ardor o entumecimiento de los dedos afectados”.