Todos se rieron
El vídeo del extraño saludo entre Mary de Dinamarca y su suegra, Margarita II
La reina subió las escaleras del palacio de Christiansborg para besar a su nuera, pero la pamela de la princesa se lo impidió. ¿Qué hicieron entonces?
Como marca la tradición, este martes 3 de octubre la familia real danesa preside la apertura del Parlamento en el palacio de Christiansborg. Se trata de un acto en el que año a año sirve para medir cómo están los vínculos familiares, evidenciándose de nuevo que la reina Margarita II de Dinamarca no ha estrechado lazos con su hijo Joaquín, molesto porque la soberana decidió quitarle el título de príncipe a sus cuatro hijos. Ahora el núcleo duro de la primera familia danesa lo conforma la reina, su heredero al trono, el príncipe Federico, y la mujer de éste, la princesa Mary de Dinamarca, además de los hijos del matrimonio.
Pero esta tradicional cita no solo es esperada por los medios para comprobar cómo están los ambientes en la familia, sino porque suele dejar alguna nota de color que alimentan titulares jugosos. Así ha vuelto a suceder este martes, cuando los miembros del clan comenzaron a llegar al palacio de Christiansborg. Margarita II fue la última en hacer acto de presencia, como así establece el protocolo, para que sus herederos y el resto de representantes la esperen a la entrada el edificio.
Tras saludar a numerosos asistentes y autoridades, quienes incluso le obsequiaron con un ramo de flores, la reina continuó subiendo los escalones hasta llegar a la entrada del palacio danés. Allí le esperaba su hijo, Federico, así como su mujer, Mary de Dinamarca. Con ella mantiene una relación muy estrecha, lo que quedó evidenciado tras los problemas que tuvieron a la hora de saludarse con dos besos.
La gran pamela elegida para la ocasión por la princesa impidió que pudiese besar en la mejilla a su suegra. La reina Margarita II, que tiene ya muchas tablas, se ha metido a todos los presentes saltándose el protocolo, pero dejando claro el cariño que siente por su nuera. Se besó la palma de la mano y se la llevó a la mejilla de Mary, un gesto que despertó la simpatía y risas de todos. Aunque en sí podría ser considerado un error en la estricta normativa de palacio, lo cierto es que ha sido muy bien recibido por la prensa danesa, que ha elogiado la buena sintonía entre suegra y nuera.
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