Sucesos

Las autoridades italianas abren una investigación criminal para determinar qué pasó en el crucero mortal

Encuentran el sexto cuerpo en la costa de Palermo, donde el yate del magnate británico se hundió en una tormenta. No se sabe por qué la embarcación no se quedó en puerto

Giovanni Constantino, el consejero delegado de la naviera que construyó el Bayesian, el supervelero del magnate británico Mike Lynch hundido en una fuerte tormenta en Sicilia, ha declarado que la tripulación de la embarcación tuvo tiempo de salvar a los pasajeros. «Era imposible que se hundiera», dijo furioso en una entrevista por televisión. Cuestionó a aquellos que dicen que se hundió en un minuto. Contó que, según el sistema de identificación automática, pasaron dieciséis minutos desde el inicio de la tormenta que provocó la tromba de agua hasta que se hundió. Y que la tragedia fue consecuencia de una fatal secuencia de errores. Vamos por partes.

Primero se preguntó por qué el velero estaba fondeado a ochocientos metros de la costa y no estaba en el puerto como el resto. «Esa noche ningún pescador salió a pescar porque todos sabían de la cercanía de la tempestad y, si un pescador lo sabía, ¿cómo es que no lo sabía el capitán del velero siendo capitán de ese velero de lujo y con pasajeros tan exclusivos?», clamó con la carta marítima en la mano.

Hannah Lynch, hija de Mike Lynch
Hannah Lynch, hija de Mike LynchInstagram

Fuera del protocolo

Dijo que en caso de tormenta el protocolo especifica que la tripulación debe llevar a todos los pasajeros al salón. No puede quedar nadie ni en los camarotes ni en la cubierta. Y deben cerrarse todas las puertas y escotillas. Al parecer estaban abiertas cuando asomó la tormenta, tal vez por fuerte calor de agosto, y las mantuvieron abiertas. Los doce pasajeros estaban durmiendo en los camarotes a las cuatro de la mañana y nadie les avisó. Angela Bacares, la esposa de Mike Lynch, explicó que la despertaron la tormenta y la inclinación del barco y que salió a ver qué pasaba, pero su marido se quedó en su camarote. Su marido y su hija Hannah, de dieciocho años, en el camarote de al lado, quedaron atrapados cuando volcó la embarcación, que quedó a noventa grados durante varios minutos.

Constantino declaró que este velero no puede quedar de lado tanto tiempo si no está entrando agua. Y explicó que el capitán debió levantar el ancla y encender el motor para controlar el yate como hizo el capitán del Sir Robert, un velero similar que también quedó atrapado en la tormenta y que fue el que salvó a los tripulantes y pasajeros zarandeados por el mar crispado en una barca inflable, entre los que estaba Angela Bacares, que fue rescatada con vida. Las autoridades italianas han iniciado una investigación criminal, conocida como «hipótesis delictiva», que contempla una serie de posibles cargos penales.

Lynch y sus influyentes amigos estaban celebrando en el yate que él y su socio, Stephen Chamberlain, habían sido absueltos de un delito de fraude en una vista que duró doce años. Casualmente, Chamberlain murió atropellado cerca de Cambridge el fin de semana. El abogado personal de Lych, Chris Morvillo, y su esposa Neda están también entre las víctimas. La policía británica ha asegurado que fue un accidente, pero hay quien ve teorías conspirativas.

El sexto cuerpo, el de Hannah Lynch, que tenía 18 años de edad, fue sacado ayer por los buzos del casco del velero que ahora reposa en el fondo del mar. Iba a empezar la universidad en Oxford en una semana. La joven fue localizada, al igual que las demás víctimas, fuera de los camarotes. La familia de Mike Lynch ha emitido un comunicado: «Estamos devastados y en estado de conmoción».