Diva
La exigencia de Jennifer López: un inodoro más grande para su trasero
"Cuando llego al hotel Higuerón, ordenó para su suite una recua de «aguas saborizadas, chocolatinas americanas, patatas Lays americanas, té matcha». Y como no, bolsas de Doritos"
La gira de JLo, el tour «Up All Night» no ha pasado desapercibida en España. Se ha hablado tanto de sus conciertos, como de las anécdotas que ha protagonizado la diva estadounidense en su gira. Uno de los aspectos que más polémica ha suscitado ha sido: ¿Qué pasa con el trasero de Jennifer López que en cada hotel al que ha pernoctado ha pedido un inodoro especial? ¿Un wáter? Lo que leen. ¿Es que por sus dimensiones no cabe en una taza estándar? En su día apareció publicada la información de que el culo de la llamada diva del Bronx estaba asegurado en 6 millones de dólares. Cierto o no, el caso es que alguno de los hoteles que ha consultado LA RAZÓN ha confirmado el cambio del inodoro al figurar este entre las peticiones de su organización, así como la solicitud del papel higiénico japonés, que se caracteriza por ser un «tisú» suave, para la parte donde acaba la zona más bella de la espalda de la celebridad de origen latino. Ojo, que el rey Juan Carlos era adicto, cuando vivía en Zarzuela, al papel de cinco capas, pero ella suma y busca la esponjosidad japonesa para su vitoreado trasero. Y esta no han sido los únicos caprichos de la cantante y actriz de origen puertorriqueño. Desde que llegó a Pontevedra hasta que ha cerrado su gira, Jennifer ha destacado por sus antojos y por su gran educación. Por ejemplo, en el de lujo del Hotel Higuerón Curio Collection by Hilton, dio las gracias personalmente al staff por el detalle de suministrarle una bolsa de snacks de la marca Doritos, después de realizar un concierto que fue complicado en el recinto de Marenostrum, donde la artista estuvo espectacular. Hubo problemas técnicos ajenos a Marenostrum que dificultaron el acceso al recinto a 14. 000 fans que esperaban ansiosos a verla. La impotencia por la situación le ocasionó a la cantante un ataque de nervios. Así que para cuando llego al hotel Higuerón, ordenó para su suite una recua de «aguas saborizadas, chocolatinas americanas, patatas Lays americanas, té matcha». Y como no, bolsas de Doritos.
A este tour no le ha faltado de casi nada. Por si fuera poco ella envuelta en plena polémica del divorcio con Ben Affleck, tuvo un encontronazo en el hotel de Cádiz con su ex Marc Anthony, que actuaba un día después que ella en esta ciudad atlántica. Los precios del concierto de JLo, que iban entre los 95 y los 332 euros, eran bastantes más superiores al del padre de sus hijas, que no ha llenado los estadios. Lo que ha dejado muy claro en esta gira la celebridad estadounidense, ha sido que le gusta tanto la carne como el pescado. Entiéndame bien, la López no solo se pirra por los snacks, aprecia el buen comer. En la localidad preferida del padre de Felipe VI, Sanxenxo, disfrutó de una cena a base de lomo de vaca rubia gallega, mientras que en Fuengirola, saboreó langostinos y la variedad de tomate de huevo de toro, que le gustó tanto que hasta pidió unas semillas para llevárselas a Estados Unidos. El denominador común en cada uno de los restaurantes que ha pisado en su ruta por España ha sido que, con total naturalidad, ha posado con todos los cocineros: desde con el más desconocido hasta el más top como Dabiz Muñoz, en Madrid. Una diva "made in USA".