Entrevista

María Isabel se confiesa en LA RAZÓN sobre sus problemas de salud mental: “Lloraba mucho en las habitaciones de hotel”

La cantante ha anunciado recientemente su retirada de la música, empujada por sus miedos y problemas de ansiedad. Reconoce que se ha sentido muy sola, aunque tiene puesta toda su energía en recuperarse

María Isabel se confiesa en LA RAZÓN sobre sus problemas de salud mental
María Isabel se confiesa en LA RAZÓN sobre sus problemas de salud mentalCortesía

Conocida por ‘Antes muerta que sencilla’, María Isabel abandona la música por problemas de ansiedad. La cantante explica a este periódico sus motivos, sus miedos y sus sueños.

–¿Cuándo decidió retirarse?

–Llevo dos años arrastrando miedos. Mi ansiedad no es por estrés o presiones de discográficas. Se me han metido en la cabeza miedos incompatibles con mi trabajo que he de tratar para perseguir mis sueños. Aunque soy una persona muy familiar, lo dejé todo y me fui a Madrid. Tenía a mi gente lejos. Ahí empezó todo. Cogí miedo a caminar sola, a entrar a mi edificio si llegaba tarde de trabajar… Antes de ‘Tu cara me suena’, en el AVE me dio un ataque de ansiedad fuerte. Ya en el programa, iba tranquila porque estaba con compañeros en el tren, pero un día cogí un avión sola y le cogí miedo. Me veía tan pequeñita en los hoteles que quería salir corriendo de la habitación, recuerdo llorar mucho y preguntarme si me compensaba. Nadie sabe la soledad que se vive. La semana que viene empiezo terapia.

–¿Ha tenido en mente a algún referente famoso a la hora de retirarse?

–No, porque estoy en mi onda, pero me he enterado de lo de Simone Biles. Sus palabras me han impactado.

–Ha dicho que volverá si termina de entender el funcionamiento de esto...

–Soy adicta a mi trabajo y me gustaría volver porque tengo el apoyo de mucha gente, pero no tengo que ser impulsiva. Sé que no estoy en el número uno, pero la música es una carrera de fondo y yo estaba en ella. No puedo poner una fecha a mi regreso ni saber si lo voy a superar, pero tengo que querer ayudarme, y en ello estoy.

–¿Por qué ha dicho que en su mundillo es aún más difícil lidiar con la ansiedad?

–Por la soledad, aunque entiendo que hay compañeros con trabajo a full que tienen que parar. Depende de cada persona... Manuel Carrasco o El Barrio, por ejemplo, hacen sus giras y luego se toman su tiempo para hacer sus discos. Como yo soy más de singles, lo mío es más seguido, por lo que no me da tiempo a parar tanto. Si vuelvo en el futuro, me lo tomaré de otra manera.

–¿Por qué ha decidido hablar abiertamente de salud mental?

–No sabía que iba a tener esta repercusión, pero en mis redes me muestro como soy, no me gustan las mentiras. Para mí no es un tema tabú. ¿Por qué no iba a contarlo? La gente se merece que cuente lo que pasa.

–¿Qué es lo más valioso que le han enseñado estos 17 años en la música?

–Es un aprendizaje diario. He aprendido a tener las cosas claras y a tomar decisiones, como ahora.

–¿Lo más duro que ha vivido?

–Muchos rechazos hasta que alguien confía en ti.

–Si pudiera cambiar algo de estos 17 años, ¿qué sería?

–Siempre se pueden mejorar las cosas, pero creo que todo pasa por algo. No cambiaría nada, porque creo en el destino.

–¿Le enfada que se le compare con otras artistas?

–Hemos de cambiar la mentalidad que tenemos en España, porque en América predomina el reguetón, donde las mujeres están consiguiendo algo increíble con el género, y no se les compara. Aquí sí lo hacemos, cuando lo bonito es la esencia de cada uno. En la industria es complicado colaborar con artistas en multinacionales grandes y se debería abrir el abanico para artistas medianos. La televisión privada no hace programas musicales, y en la radio se da poco apoyo a artistas menos conocidos.

–Si ahora actualizara el lema de ‘Antes muerta que sencilla’, ¿cuál sería?

–Antes muerta que... sin cuidarme.

–Si se retirase del todo, ¿a qué le gustaría dedicarse?

Hay que tener un plan B. Estudié educación infantil y la verdad es que me gustan mucho los niños, es un trabajo muy gratificante y su inocencia es preciosa…

–¿Le cuesta decir que no?

–No, de hecho creo que es necesario, porque es fácil hacerlo y no es en absoluto algo egoísta. Si dices siempre que sí, la gente no te valora.

–¿Ha dicho ‘no’ a algo de lo que se haya arrepentido?

–No me arrepiento de nada. Todo lo que he hecho ha sido porque en su momento lo he sentido.

–¿Cuándo comenzó a hacer la música que quería?

–Desde que volví, hace dos años. He estado escuchando reguetón desde los cinco años y voy a seguir fiel a mis principios. No estoy encasillada, y si regreso me plantearé estudiar qué otros sonidos me gustaría sacar. He hecho lo que he querido siempre.

–Le está dando la vuelta al reguetón...

–Soy de la vieja escuela. Hay letras que pasan el límite. Si un artista quiere meter según qué letras, no colaboraré con él. Hay reguetones que van contra la mujer, y esos no me gustan.

–El verano pasado se preguntó qué iba a hacer por el confinamiento, pero este no hará nada voluntariamente.

–Tenía ganas de subirme a los escenarios. Confieso que me ha dado miedo el virus, porque yo puedo viajar y cuidarme, pero meter en un concierto a tanta gente, me asusta.

–Si decide no volver, ¿con qué mensaje le gustaría retirarse?

–Quiero que se me recuerde por lo que hago desde pequeña. Mi primera canción feminista fue ‘Antes muerta que sencilla’, que me ha dado muchas alegrías. Sin ella, no estaría en la música.