Flaca y demacrada, deprimida y profundamente dolida. La pena por la muerte de su madre y del calvario pasado en este último mes al ver que su progenitora se iba yendo poco a poco, han hundido totalmente a Isabel Pantoja. Alguien que la conoce muy bien, cuenta a La Razón que “Isabel ha perdido unos cuantos kilos, se está quedando demasiado delgada, creo que pesa unos cincuenta kilos, no tiene ganas de comer y está recluida en la finca sin deseos de mitigar el dolor de algún forma. Su madre era una de sus razones de vivir, la persona a la que más quería en este mundo. Y su muerte le ha dejado huérfana de madre y… de vida. Le va a costar mucho remontar el vuelo”.

Dentro de la desgracia parece haber recuperado la relación con sus hijos, pero habrá que ver qué camino toma ante la disyuntiva de acercarse a un Kiko Rivera que odia profundamente a su tío Agustín. ‘O tu hermano Agustín o yo’. Ese parece ser el mensaje que ha hecho llegar el DJ a su progenitora. El compromiso es tremendo, porque la tonadillera tiene sentimientos divididos.

Lo más probable es que llegue a un acuerdo con Kiko para vender la finca Cantora, que repartan dividendos, y que acabe marchándose con Agustín a iniciar una nueva vida en México o Miami.