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El yerno falangista que llora la muerte de Almudena Grandes

Por encima de la ideología se impone el respeto. Así es Fernando Maqueda, el marido de Elisa, la hija falangista de la escritora

Almudena Grandes y Luis García Montero junto a su hija Elisa
Almudena Grandes y Luis García Montero junto a su hija ElisaMADRID.ES

Lo regular, por lógico, en la despedida de Almudena Grandes fue la inclinación de Luis García Montero para depositar un poemario sobre su féretro después de darle un último beso. También lo fue escuchar las noches de boda de Sabina o el gesto lastimoso de su hija menor, Elisa, casi camuflado en una larga melena negra. Igualmente era de esperar volver al Madrid del estraperlo y de los exiliados. Lo irregular, por inesperado, ha sido el adiós respetuoso de una parte de la Falange Española guiada por Fernando Maqueda, marido de Elisa y, por tanto, yerno del poeta y de la escritora fallecida hace una semana.

«Para los casposos que estáis escribiendo sobre Almudena Grandes, efectivamente era mi suegra y la quería como una madre, una persona extraordinaria, donde destacaría su nobleza y vitalidad, pero especialmente su inteligencia. Es la mujer más inteligente que he conocido nunca», escribió en su cuenta de Twitter.

Sus seguidores no tardaron en expresarle su pésame con palabras de respeto y ánimo para la pareja: «Muy bien, Fernando, ese es el camino. Un patriota, un falangista, siempre busca la reconciliación nacional y trata con respeto a sus compatriotas de diferente ideología», rubricó un usuario. Son gentes que quizás no sepan de la escritora más que por su característica voz cazallosa arremetiendo contra el fascismo, las mismas que llenan de rosas frescas la tumba de Primo de Rivera en la basílica del Valle de los Caídos. El gesto con Maqueda les ennoblece, aunque no todos están conformes: «El cainismo que rezumaba su pluma difiere bastante de esa calidad humana que tú reivindicas», apostilla uno de sus contactos. Alguno se pregunta si de no ser su suegra, desde una perspectiva falangista, tendría la misma opinión.

Fuera de este entorno, más de uno se ha sacudido la cabeza. ¿Quién es este hombre que se presenta como caballero legionario, «orgulloso nieto de divisionario y orgulloso hijo de falangistas»? ¿Cómo ha llegado a la vida de esta familia, icono de la progresía española? LA RAZÓN ha contactado con él para que él mismo se presente. En primer lugar, nos indica que hace un año dejó su cargo como jefe nacional de Juventudes de La Falange. Dice que le gustaría dar voz a las ideas que plantea su formación para el país, pero sospecha el juego mediático que provocarían sus declaraciones. Por eso, prefiere limitarse a pedir que se respete el dolor de su esposa: «Mi mujer merece respeto en estos momentos de duelo y no exponerla a la opinión pública».

Sobremesas en familia

Consideramos su deseo, pero no deja de ser curioso imaginar las sobremesas en familia. Hace ahora un año, García Montero narraba ese mismo escenario, que la gente creía hipotético, en una de sus columnas. La hija había ido a comer a casa con Maqueda y se presentó con un táper con carne en salsa como la que hacía su abuela, también Elisa, y que a él tanto le gusta. Contaba también que, aunque Almudena le enseñó muchas cosas, una vez independizada había perfeccionado «el arte de dar bien de comer a los suyos». En ese mismo artículo confesó su torpeza culinaria, a pesar del intento. «Lo poco que sé -decía- lo aprendí para preparar la cena de tres días a la semana en los que dormía conmigo, en Granada, mi hija Irene cuando su madre y yo nos separamos».

El poeta publicó el artículo poco después de que la hija impartiese una conferencia en la sede de La Falange en la que declaró que Primo de Rivera es un pilar espiritual en su vida. Había necesidad de aclarar que, a pesar de que ideológicamente se encuentran en las antípodas, se impone el respeto y la generosidad. El yerno, historiador y entrenador deportivo, es claro en lo que piensa y en cómo lo expresa. Aclara que no son franquistas, ni nacionalcatólicos, ni nacionalsocialistas, ni nazis. «Somos algo muy superior, algo más profundo y patrio. Somos falangistas».

Su abuelo, Fernando Maqueda Valbuena, fue un histórico falangista de la División Azul. Recibió la Cruz de Hierro de 2ª clase y falleció en 2015, con 95 años. El padre, Manuel, vive actualmente en Colombia, con su segunda esposa, Norma Torres, colombiana y Testigo de Jehová. Igual que el hijo, es muy activo en redes y arremete igual contra el gobierno de coalición que contra el diario en el que escribió su consuegra, calificándolo de «rojo y mongólico». Bien dicen que la política crea extraños compañeros de cama, alianzas que parecían imposibles.