Boda

Así será la boda de Álvaro Falcó e Isabelle Junot

Hoy se unirán en santo matrimonio en el Palacio de Mirabel

Álvaro Falcó Isabelle Junot
Álvaro Falcó Isabelle JunotCristobal DueñasGTRES

Cuando decidieron casarse, Isabelle Junot y Álvaro Falcó tenían claro donde querían celebrarlo, y no podía ser otro lugar que el Palacio de Mirabel en Plasencia, Cáceres. Era uno de los lugares preferidos del fallecido marqués de Cubas, padre del novio. El hijo lo recibió como herencia y comparte titularidad con su prima, Xandra Falcó, que ostenta el título de marquesa de Mirabel, cedido por su abuela, Hilda Fernández de Córdoba. En la catedral de Plasencia se casaron los padres, Marta Chávarri y Fernando Falcó, en 1982. Veinte años después, y muy a su pesar, la pareja no se puede comprometer ante Dios en el mismo templo, al estar este de obras. La alternativa ha sido la capilla del Palacio, con poco espacio, por lo que solo tienen acceso los familiares directos y los testigos. Entre ellos, estarán las hermanas, Isabel y María Chávarri; Natalia Figueroa, tía del novio; Xandra Falcó y sus hijas. Por parte de la novia, su madre, Nina Wendelboe, y los tres hermanos: Victoria, Alexis y Chloé. Esta última, hija de Philipe Junot y su tercera esposa, Helen Wendel. A las doce y media de la mañana será la misa, y el resto de invitados están citados a las dos de la tarde para el convite.

Isabelle Junot y Álvaro Falcó
Isabelle Junot y Álvaro FalcóDaniel GonzalezGTRES

El vestido

Isabelle ha elegido a la firma Pronovias, de la que es imagen, y una diadema con historia que pertenece a la familia Falcó Fernández de Córdoba. Álvaro, un chaqué a medida en dos colores. La levita en gris muy oscuro (casi negro), mientras que los pantalones y el chaleco lucen una tonalidad mucho más clara. Philipe Junot acompaña a su hija hasta el altar, y Marta Chávarri, vestida de Tot-Hom, hace lo propio con Álvaro. El destino ha unido también a los padrinos que, en 1996, tuvieron una historia sentimental que duró cuatro meses. Después de muchos años, han vuelto a encontrarse en la boda de sus respectivos hijos. Hay grandes ausencias, como es la de Carolina Thieu, viuda del embajador Tomás Chávarri, que, al igual que sus dos hijos, recibió la invitación directamente de su sobrino Álvaro. Circunstancias ajenas han hecho imposible su presencia.

De toda la organización (decoración, flores, tanto en la capilla como fuera) se ha encargado A–Típica, la empresa que fundó hace años Cristina Soriano Loinaz y que ahora lleva su hija, Marina Herrera. Fue la primera firma en Madrid que se dedicó a lo que ahora se llama con el anglicismo «wedding planner». El chef con dos estrellas Michelin Mario Sandoval y su equipo de Coque ponen la guinda gastronómica con cóctel, almuerzo, merienda y cena. Como la cocina del Palacio no se encuentra en perfecto estado de revista, han colocado una carpa desde donde Sandoval dirigirá a su gente.