
Opinión
El diario de Amilibia: Va a Nueva York y se viene arriba
“Es que cada vez que viaja a Nueva York y habla en la ONU, se nos viene arriba y quiere presidirlo todo, regresa eufórico, como si a la vuelta se hubiera fumado un porrito mientras le pegaba al Chivas en la intimidad del Falcon”

Ha anunciado que optará a presidir la Internacional Socialista. A qué no optará Él. Y no es solamente que quiera ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro, sobre todo si aprendiéramos a enterrar tan bien como los ingleses. Es que cada vez que viaja a Nueva York y habla en la ONU, se nos viene arriba y quiere presidirlo todo, regresa eufórico, como si a la vuelta se hubiera fumado un porrito mientras le pegaba al Chivas en la intimidad del Falcon. Dicen que está apuntalando su perfil exterior (el izquierdo y el derecho), ese que mejora mucho en cuanto salta el charco. Allí le quieren más y lo ven más guapo: provoca sofocos entre las divorciadas que toman el té en el Waldorf Astoria neoyorquino. Le llaman “hot president” (presidente caliente), “hermosísimo”, “Kennedy español” y “Supermán”. Ni Tom Cruise.

Cristina López Schlichting cree que, como ZP en aquella conjunción estelar que anunció Leire Pajín, va al asalto de la dimensión planetaria. Te quedas corta, querida Cristina: después de cinco minutos con Joe Biden y de catar tribuna en la ONU, va hacia el infinito y más allá, a los mundos paralelos de la física cuántica. Ya ven: hasta pillado el covid más tarde lo habitual. Aquí, qué le vamos a hacer, lo vemos cada vez menos Supermán. Cuentan las malas lenguas que en ocasiones se ha quejado de que le dedicamos excesiva atención a su trasero (el que fue cantado por Boris Izaguirre como “paradigmático” entre los culos masculinos) Bueno: es el primer plano más obvio del que huye hacia no se sabe dónde.
Que se prepare la Internacional Socialista, no se imaginan lo que se llevan. Puño en alto gana mucho.
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