Opinión

El diario de Amilibia: ¡Menos mal que mamá me hizo un preysler!

“¿Ha sido Isabel Preysler la filtradora del beso traidor de Iñigo Onieva al poco de anunciarse la boda más famosa por fallida?”

Tamara Falcó reaparece tras su reciente ruptura con Íñigo Onieva
Tamara Falcó reaparece tras su reciente ruptura con Íñigo OnievaJosé OlivaEuropa Press

¿Ha sido Isabel Preysler la filtradora del beso traidor de Iñigo Onieva al poco de anunciarse la boda más famosa por fallida? Lo ha insinuado la propia Tamara y merecería ser cierto: haría más divertida y maquiavélica esta telenovela turca. Julio Iglesias le puso en la frente a la mamá de Tammy todos los cuernos de la ganadería de Victorino Martín. Hay en esa cabeza de porcelanosa mucha experiencia acumulada en infidelidades de ida y vuelta. Ahora, gracias al lío pijo, madres y padres tienen a mano el eficaz método del vídeo del infiel para salvar a sus hijas casaderas de parejas tóxicas. Miles de jóvenes podrán clamar agradecidas: «¡menos mal que mi mamá me hizo un Preysler!» La prueba irrefutable de la coronación astada de cualquier mujer del mundo antes o después de casarse pasará a llamarse «hacer un Preysler». Una pena que Isabel no pueda llevarse royalties.

Tamara Falcó
Tamara FalcóSáshenka GutiérrezAgencia EFE

Irene Montero debería apoyar esta idea de la visualización y condena de los cuernos femeninos con una campaña. No es aconsejable el eslogan «¡a la caza del infiel», que tiene resonancias talibanas, pero no estaría mal aprovechar otra vez una canción de El Fary («Ese torito, ay torito guapo») para adoctrinar a los machirulos: «Torito: no es guapo poner cuernos» Ofrezco gratis más eslóganes: «¡basta de astas!», «¡a los infiernos con los cuernos!”, y mi favorito: «Blandengue: cuernos ni de merengue».Del «Sé infiel y no mires con quién» podríamos pasar al «Sé fiel y con Tamara de luna de miel», o algo así.

Incluso podría colaborar la marquesa diseñando un par de cuernos de plata con brillantitos para lucirlos como colgantes de pulsera, y que ella dijera sonriente, mirando a cámara: «Aquí, mejor que en la frente».