Dani Alves y su relación abierta con Joana Sanz

Mientras los acontecimientos y el testimonio de la víctima, apuntalan la acusación de agresión sexual que pesa sobre él, su segunda mujer, Joana Sanz (29), clama por su inocencia. Curiosamente, su mujer tuvo que ver bastante con su detención. Alves había viajado a España para acompañarla en el funeral de su madre, momento en que se activó la detención del futbolista, en un punto de la Ciudad Condal, el pasado 20 de enero.

Joana, la modelo canaria que ocupa el corazón del deportista desde hace seis años, vive estos días una auténtica pesadilla. En apenas una semana la modelo e influencer ha tenido que despedir a su madre y ver cómo su marido ingresaba en prisión. Su vida de lujo y ostentación, desde que pasara por el altar con el futbolista en mayo de 2016, se ha evaporado de golpe.

Boda secreta en París

«Es un compromiso que tenemos los dos y el día que haya palabras mayores nadie lo va a saber. A lo mejor ni os habéis enterado», apuntaba Joana, preguntada en 2016 sobre su boda. La modelo, que echaba balones fuera emulando a su pareja, se había casado en secreto hacía un mes en París.

La suya había sido una relación relámpago. Se conocieron en Barcelona, donde Joana trabajaba como modelo y comenzaron a salir en verano de 2015. Solo unos meses después, la joven anunciaba a través de sus redes sociales su compromiso con el defensa blaugrana inmortalizando el momento con una foto de su anillo de compromiso. Desde su boda, su vida y su carrera dio un giro de 180 grados. Joana había nacido en el seno de una familia de clase media en su Tenerife natal. Pronto su belleza la hizo destacar convirtiéndose en modelo de pasarela ya de adolescente. A los 17 se alzó con la victoria del concurso Supermodel of The World, consiguiendo la corona del certamen, organizado por una prestigiosa agencia de modelos americana. Su carrera comenzó a crecer como la espuma protagonizando campañas de marcas como Jimmy Choo, YSL Beauty, Samsung o L’Oréal.

Paralelamente a su trabajo como modelo y aprovechando la repercusión de su relación con el futbolista, Joana Sanz comenzó una prolífica carrera como influencer, promocionando marcas punteras de moda y complementos a través de su cuenta de Instagram. La desgraciada situación que atraviesa ahora ha querido que la joven sume popularidad estos días, aumentado casi 25.000 seguidores, hasta los 823.000 «followers» que siguen a la joven a diario. De momento, la canaria ha decidido eliminar de su perfil prácticamente todas las fotografías en las que aparecía junto al brasileño. Ni rastro hay de él en todo el 2022 y en lo que va de año. Motivos tendrá.