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Alba Díaz se sincera con su madre: "'Cuando lo dejaste con papá, no entendía que pudieras seguir con tu vida"
La influencer ha revelado cómo llevó la separación de sus padres, Manuel Díaz y Vicky Martín Berrocal.
25 de octubre de 2001. Manuel Díaz "El Cordobés" y Vicky Martín Berrocal ponían fin a su relación, dos años después del nacimiento de su hija, Alba. "En nuestro deseo de poner fin a las especulaciones y rumores que vienen circulando en los últimos días en relación con nuestra situación matrimonial, comunicamos que tras una serena reflexión hemos decidido, de mutuo acuerdo, solicitar judicialmente nuestra separación", comunicaron entonces. Una ruptura que dio paso a una excelente relación entre ambos, aunque no por ello fue menos dolorosa para la influencer, según ha revelado ahora.
"Cuando era pequeña, tú quisites que fuera al psicólgo y yo le contaba cada mentira... Tú querías que fuera al psicólogo porque era muy celosa contigo. Cuando lo dejaste con papá, yo no entendía que tú pudieras seguir con tu vida, era raro, porque él siguió con su vida y lo vi bien, pero contigo tenía ese apego que no podía, me sentía sola... En el caso de papá llegó Virginia y crecí con ella, no tuve que asimilrlo... me daba mucho coraje que tú tuvieras novios", ha confesado en A solas con, el podcats de su madre.
"Yo no lo entendía. Nunca podía hacerme a un grupo, nunca tenía una estabilidad, una ciudad, nunca volvía al mismo colegio... Echaba de menos eso, tener un hogar, un grupo de amigos. Yo no tengo un grupo de amigos, soy una persona muy solitaria, eso lo echo de menos y a veces pienso: 'Qué pena no haberme quedado en Sevilla para tenerlo'", ha revelado respecto al cambio de ciudad y de colegios en los que estuvo y sufrió bullying.
Además la hija de la diseñadora y el torero asegura que "era muy rebelde porque me sentía muy incomprendida, me he sentido solo, como que no encajaba", pero no cambiaría a sus padres por nada del mundo. "De ti me gustan muchas cosas. Me has dejado ser, me has dejado vivir experiencias, viajar, conocer gente, has confiado en mí... Eres muy estricta, pero lo haces por mí. Mi padre es más tranquilo, dice las cosas de otra manera. Eres un ejemplo como mujer, como madre, como hermana, como hija, siempre estás, eres muy generosa...", ha confesado.
De su padre ha destacado además que "lo mejor son sus manos. Yo miro sus manos y lloro, tengo una debilidad con sus manos... Es una persona muy especial, que ha sido capaz de dejar a un lado ese sufrimiento que ha podido tener. No tiene maldad, es muy bueno".
Sobre el amor ha narrado también cómo han sido las relaciones de su entorno más cercano. "Yo soy muy tremenda, pero es que los patrones de mi familia... el marido de mi abuela tenía otra mujer, tenía una vida paralela, y ella estaba sufriendo, aguantando, pero le merecía la pena porque estaba muy enamorada. Mi otra abuela también ha sufrido, tú que al final no te veo con una pareja hoy en día, no es como a lo mejor mi padre que sí que lo he podido ver... Al final relacionas el amor con el sufrimiento".
"Con el amor intento llevarme cada día mejor. Soy una persona con ciertas carencias, al final todo tiene que ver con la infancia. A veces, de pequeña, me he sentido sola, vosotros teníais mucho trabajo, y cuando recuerdo mi infancia me veo en casa sola porque tú tenías que trabajar de lunes a viernes para darme lo mejor, y entonces, a veces, me he podido enganchar a las personas o he tenido una dependencia muy fuerte porque soy una persona muy dependiente, cada día menos, estoy aprendiendo. A veces no me siento comprendida y no hay nada peor que anularse para que te entiendan Me he anulado mucho, he llorado mucho, he alargado todo mucho por miedo a decir ya está, el amor no es una lucha, hay que mimarlo y cuidarlo, pero no es una lucha", ha destacado sobre sus relaciones, reconociendo que acude a terapia una vez a la semana.
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