Polémica

Alessandro Lequio expone a la familia Onieva sobre el robo de las joyas: "Les da vergüenza"

El colaborador ha comentado su punto de vista sobre el robo de las joyas que supuestamente están relacionadas con la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Carolina Molas con dos de sus hijos, Íñigo y Alejandra Onieva
Carolina Molas con dos de sus hijos, Íñigo y Alejandra OnievaGtres

Ni el atraco de “La casa de papel”, la exitosa serie de Netflix, ha dado tanto que hablar. Los misterios que rodean al asalto que sufrieron los joyeros que supuestamente trasladaban las piezas que lucirían algunos invitados de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva tienen en vilo a los pocos interesados que todavía quedan en lo relacionado con unas nupcias que aún no se han producido y que ya han hartado a buena parte de la opinión pública. Por suerte o por desgracia, hay para rato…

Ahora, resulta que las autoridades investigan la posibilidad de que un “chivato” cercano a los novios o a su entorno ofreciera a los criminales información sobre el traslado de las joyas, valoradas en dos millones de euros.

Tamara Falcó e Iñigo Onieva posan en el photocall de la firma Pedro del Hierro
Tamara Falcó e Iñigo Onieva posan en el photocall de la firma Pedro del HierroEuropa Press

En fin, a los novios le crecen los enanos: infidelidades, vestidos de novia fallidos, más deslealtades, un correveidile que coopera con ladrones y, lo último, una pérdida de credibilidad por parte de los seguidores de la crónica social.

Cuando el robo se llevó a cabo, la firma de joyas se apresuró a desmentir que las piezas no eran ni para Tamara Falcó ni para Íñigo Onieva, pero no se refirieron en ningún momento a los invitados o incluso a los familiares de los novios.

Se apuntó entonces a que las alhajas podrían ser para Carolina Molas, a quien se las habrían prestado a modo de colaboración: nosotros te dejamos las joyas, y tú nos haces publicidad. El caso es que la madre de Íñigo Onieva desmintió rotundamente esta hipótesis, pero son pocos los que confían en sus palabras. Entre ellos se encuentra Alessandro Lequio, que ha compartido su propio punto de vista sobre esta rocambolesca historia que huele a chamusquina.

Iñigo Onieva y su madre Carolina Molas
Iñigo Onieva y su madre Carolina MolasGtres

“La sensación que tengo es que la familia Onieva está irritada porque se ha descubierto que les iban a prestar joyas. El problema que hay es que les da vergüenza que haya salido en los medios que van o iban a llevar joyas prestadas”, comienza diciendo el italiano, que considera “absurdo” ese supuesto enfado porque desde el primer momento han esponsorizado cada mínimo detalle de la boda: “Iñigo ha dicho de quién va a ser el chaqué, de quién va a ser la camisa, de quién va a ser la corbata, de quién van a ser los zapatos… todo está patrocinado, y las joyas de su familia parece que iban por el mismo camino”.

Además, Lequio critica lo que a su juicio le parece una “total falta de empatía que están teniendo todos los Onieva con los joyeros”, a quienes Carolina Molas conoce, pero “no ha tenido ni una sola palabra hacia ellos que seguramente han pasado por el peor momento de su vida”.

Bueno, estamos ya a tres días de la boda, pero teniendo en cuenta los antecedentes, todavía podría quemarse el (segundo) vestido de novia de Tamara, venirse abajo el palacio de El Rincón o que los camareros se pongan en huelga. Todo es posible en este enlace del que ya se lleva hablando un año.