Bailando con las estrellas

Anabel Pantoja, "amargada y desmotivada"

La influencer confiesa, sin metáfora ni eufemismo, que ha tocado pared en el concurso de baile

Anabel Pantoja llorando en "Sálvame"
Anabel PantojaMediaset

Telecinco lo sabe desde los 2000 y no necesita focus groups: España está construida sobre la identificación emocional con las batallas de resistencia íntima de sus personajes. Y Anabel Pantoja, sobrina de Isabel, heredera televisiva de un apellido que ya vive en el imaginario nacional como categoría estética, está escribiendo ahora un microcapítulo perfecto de esa saga: el de la mujer que, a las puertas de los 40, exige a su cuerpo una competitividad física que no había exigido nunca.

Bailando con las estrellas se vende como un talent show luminoso, coreografías y lentejuelas… pero la parte dura -la que nunca se ve completa- son las horas de ensayo, repetición, ensayo, corrección, ensayo, ensayo y, finalmente, ensayo otra vez. Eso, dos meses seguidos, sin tregua. Y esa es la parte que ahora ha explotado en su Instagram: "hay un baile, pero no hay un baile de amor. Estoy atascada, amargada, desmotivada, desilusionada, agobiada… todo lo que termina así".

Fractura emocional

El público -que no tiene acceso al gimnasio, ni a la fricción tendón/tobillo, ni al sudor que se esconde detrás del glitter- solo ve la coreografía de gala. Pero lo que ellas viven son doce horas de "otra vez desde el ocho" para que el plano general del sábado parezca fácil. Y ahí, esa frase de Pantoja en redes, es casi un manifiesto: la tele enseña la escena final, no la fractura emocional.

A eso se suma un gag involuntario de cuerpo: hace días, la influencer contaba que literalmente se había caído de la cama. "A mis 39 años, hoy me he caído de la cama como si tuviera 3… la cadera derecha la tengo bonita". España, país que universaliza el accidente doméstico, entendió la broma; pero también percibió el subtexto: el cuerpo está cansado. Y un cuerpo cansado que tiene que bailar samba o tango en prime time es la definición contemporánea de estrés.

Más allá de Bailando, hay otra frase reciente que incendió su timeline: "Hay veces que dar, entregar, dedicar no sirve de absolutamente nada. Nadie lo valora. Hoy estoy triste". Esa frase ya no habla de técnica ni de un paso que no sale. Habla del valor, la autoestima, la sensación de que la entrega no tiene equivalencia.

Y ahí aparece "su" tribu. Nagore Robles sube video y hace lo que se hace en la cultura del sostén femenino: reencuadrar, respaldar, amplificar. "Anabel Pantoja no puede venir porque es una gran bailarina y también va a ganar su concurso… yo a Anabel la clonaba".