"Fue fantasmal"
La casa de Pepe Navarro en Ibiza, destrozada por las lluvias torrenciales
El propio presentador ha mostrado algunos de los imperfectos que se han producido tras el temporal que ha asolado las islas pitiusas este martes
Este martes, las Islas Baleares han sufrido lluvias torrenciales, causando especialmente estragos en Ibiza y Formentera. Las islas pitiusas estaban en alerta roja y los móviles de los vecinos pitaron con la alarma que les avisaba de que ya tenían el agua hasta las rodillas. De nuevo, se llegó tarde. Son miles los afectados, entre ellos Pepe Navarro, que ha querido hablar para el programa ‘El tiempo justo’ de Joaquín Prat sobre los desperfectos que ha sufrido su mansión ibicenca.
Una residencia de lujo que, a pesar de que se publicase que vendió recientemente por 5,5 millones de euros, sigue siendo de su propiedad: “No la he vendido, es mentira”, denunciaba el bulo sobre su templo en la isla balear, que cuenta con 512 metros cuadrados, levantada en una ingente parcela de 30 hectáreas en la reserva natural del Camí del Coll des Vent de Sant Josep de Josep de Sa Talaia. Una casa que cuenta con todo lujo de comodidades y donde su hija Andres se casó con Luis Martín López el pasado junio de 2022.
Las lluvias destrozan la mansión de Pepe Navarro en Ibiza
En algunas zonas de Ibiza llegó a caer hasta 300 litros por metro cuadrado, lo que explica que sus calles desapareciesen y se convirtiesen en auténticos ríos. Muchas infraestructuras dañadas, comercios y viviendas dañadas y cinco heridos. Pero entre las víctimas del temporal se presenta frente a la cámara el presentador, último expulsado de ‘Bailando con las estrellas’. “Lo de ayer fue fantasmal”, señala, a la vez que describe que “la cortina de lluvia era tan intensa que era prácticamente imposible ver nada. Era como tener una pared negra delante de casa y el agua entraba por todos los sitios”.
Las cámaras del programa de Telecinco muestran cómo paneles del techo del presentador reposan en el suelo después de la tormenta, como ejemplo de la violencia experimentada. A las tres de la madrugada se despertó por el ruido de la tromba, lo mismo a las diez de la mañana y después por la tarde “que fue lo peor, quizá el doble que por la mañana”. “La banda sonora de aquel día fueron las sirenas de los policías, las ambulancias y los bomberos”. Defiende la inestimable labor de estos profesionales a la hora de ayudar a todos los vecinos.
“Esta mañana he presenciado cómo vecinos ayudaban a una casa completamente inundada, que posiblemente tenía un metro de agua. Los vecinos ayudaban a sacar el agua. Ha habido muchos actos de solidaridad, supongo que también habrá casos de gente que se aproveche de estas circunstancias, pero en general el comportamiento cívico ha sido muy ejemplar”, describe Pepe Navarro, que siente orgullo por cómo ha reaccionado Ibiza frente a unas tormentas que describe como “extrañas” por su ferocidad. Y es que cita a un vecino de 90 años que también dice no haber visto nada igual en su vida.