Prisión preventiva

Daniel Sancho huye de la comida bazofia de la cárcel

El asesino confeso del cirujano colombiano Edwin Arrieta está recibiendo comida del exterior.

Daniel Sancho, escoltado por la policía
Daniel Sancho, escoltado por la policíaSOMKEAT RUKSAMANAgencia EFE

Parece ser que Daniel Sancho le ha pedido a su abogado tailandés que consiga que le manden comida desde el exterior, ya que la que suministran las autoridades de la prisión a los reclusos se limita a cuencos de arroz maloliente y caldo con huesos de pollo.

Existe un empresario que se dedica a vender mejores alimentos a los presos, y los que gozan de “posibles” acuden a él a diario. Los precios son prohibitivos para la mayoría de los presidiarios.

Danielse encuentra estos días aislado en una celda de la cárcel de Koh Samui, situada en el sur del país, debido a que tiene que pasar diez días de aislamiento por prevención de covid-19. Un lugar catalogado de “blando” comparado con otros recintos penitenciarios del país asiático.

Todos los días, a las seis de la mañana, se despierta a los reclusos, y media hora después se les conduce a una dependencia donde hay tan solo dieciséis duchas para que se aseen. A las ocho todos se reúnen en el patio para cantar el himno nacional tailandés, media hora después se sirve el desayuno, a las doce menos cuarto la comida y sobre las tres de la tarde, la cena. A las cuatro semanas devuelve a todo el mundo a sus celdas.

Entre las cinco y las nueve se les permite ver la televisión, y después se apagan todas las luces hasta el día siguiente.