El diario de Amilibia: La Yoli como Divina Pastora

La Yoli ha sufrido dos decepciones estos días, según se chismorrea en la Villa y Corte. No ha conseguido, y miren que puso empeño, pastorear en plan Divina Pastora las 1.200 ovejas que días atrás cruzaron Madrid para recordarnos la trashumancia y, por otro lado, participar como estrella invitada en el estreno del musical «Una rubia muy legal», en el teatro La Latina.

Puede que nada de esto sea verdad, pero merecería serlo. Ella, la Yoli, ve en el pastoreo de las mil y pico ovejas la metáfora exacta de su ideología y su movimiento sumarísimo. Registremos su éxito como la Meryl Streep del teatro nacional: hoy presume de haber llegado a un acuerdo con el PSOE después de una dura negociación, como si eso no estuviera cantado desde hace tiempo, incluida la rebaja de un cuarto de hora o así de la jornada laboral.

Las lenguas de vecindona señalan que detrás de las decepciones padecidas está la oveja negra y navarra Ione Belarra, que pastorea las ovejitas podemitas, pocas, pero decisivas, del rebaño de Sumar. Las cinco ovejitas (cinco votos) de Podemos llevan camino de convertirse en las secesionistas de la coalición que más incordian a la Yoli, incluso quieren negociar directamente con el Pastor de Pastores para imponer a la ovejita Irene Montero en Igualdad dentro del nuevo rebaño ejecutivo del sanchismo, si es que éste llega finalmente a los pastos de la Moncloa con el apoyo de las ovejas foráneas vascas y catalanas.

No hay que olvidar que detrás de rebaño podemita está Pablo Iglesias, el Perro Pastor que ladra y guía desde su tele, que a lo mejor se cabrea y le dice al Pastor de Pastores: «No cuentes con mis cinco ovejitas, que no son las de Carmen Sevilla».