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El escándalo histórico: el ímpetu sindical de Rocío Dúrcal que la llevó al calabozo

Lola Flores pagó la fianza para liberar a la cantante que luchó para mejorar las condiciones del gremio

Rocío Dúrcal larazon

El cariño de la gran Lola Flores hacia la también cantante María de los Ángeles de las Heras Ortiz, conocida como Rocío Dúrcal, fue tan grande que incluso la salvó en uno de los episodios más oscuros de su vida. Era febrero de 1975 cuando, en medio del régimen de Francisco Franco, un grupo de actores españoles encabezados por Rocío Dúrcal, convocaron aus compañeros de profesión a una huelga para exigir que se respetaran sus derechos, y además negociar nuevos términos para hacer de su trabajo uno digno.

Entre otras cosas, aproximadamente dos mil setecientos actores, directores y otros referentes del gremio pedían un aumento de salario, realizar una función diaria, un pago extra en caso de que el espectáculo se tuviera que cancelar por causas ajenas a ellos y viáticos, una especie de subvención, para poder desplazarse de un lugar a otro por motivos laborales.

Los actores eligieron a un grupo de representantes conocida como la «Comisión de los 11», formada, entre otros distinguidos artistas, por Rocío Dúrcal, Ana Belén, Juan Diego, Pedro Mari Sánchez y Tina Sainz; quienes serían los encargados de llevar a cabo las negociaciones necesarias para que estas revindicaciones llegasen a buen puesto y pudieran ver solventadas sus demandas.

Rocío Dúrcal, en una imagen de finales de los años noventalarazon

Esto puso en jaque a las autoridades, pues por más de diez días, Madrid, Barcelona y algunas otras localidades de España se quedaron sin espectáculos en vivo. Por ello, las fuerzas policiales se movilizaron para intentar cortar desde las bases la huelga y así detener a los principales responsables. Así, la noche del ocho de febrero, la policía irrumpió en el teatro de las Bellas Artes de Madrid mientras había una asamblea de actores y detuvieron a algunos de los miembros de la «Comisión de los 11», entre ellos Rocío Dúrcal, para llevarlos a la cárcel.

Lola, la salvadora

Sin embargo, al día siguiente, Lola Flores, entrañable amiga de la «española más mexicana», acudió a dar la cara por ella y pagó una fianza para que la dejaran libre. Las multas impuestas para los detenidos sumaron un total de 2.650.000 pesetas, una cifra desorbitada para la época. Lola se presentó en la Secretaria General de la Seguridad Social y pagó 200.000 pesetas para liberar a Rocío, en un gran gesto. Pero la noche de calabozo, me dijo Rocío, «fue horrible». Acusaron a Tina Sainz y a Rocío Dúrcal de pertenecer al FRAP o ETA, acusaciones totalmente infundadas.

Esto fue un punto de inflexión para aquella manifestación, pues el Gobierno pidió a los actores parar la huelga a cambio de liberar a sus compañeros encarcelados, pues en caso de no hacerlo, serían procesados por los delitos de terrorismo y crimen organizado. Finalmente la huelga se detuvo el 12 de febrero de 1975, y al día siguiente todos los artistas volvieron a sus trabajos; sin embargo, la movilización rindió frutos para establecer condiciones laborales favorables para todos los involucrados, pues se igualaron los términos que pedían los actores, incluidos el aumento de sueldo y realizar una sola función al día, que fueron aceptados.