
Bache de salud
Hablamos con Rafael Amargo desde el hospital: ni gravedad ni preocupación
Pese a las informaciones sensacionalistas que incitan a la alarma, el bailaor confirma a LA RAZÓN que "tiro para adelante" y que se encuentra mejor

En los últimos días, Rafael Amargo ha vuelto a protagonizar titulares en los medios a consecuencia del complicado bache de salud que está atravesando. Las primeras informaciones apuntaban a una situación de «gravedad» que ha extendido la preocupación por el artista, pero lo cierto es que LA RAZÓN pudo hablar con el bailaor este mismo lunes y, lejos de manifestar miedo o angustia, quitó hierro a la dolencia.
Todavía desde el hospital, donde se encontraba para realizarse una colonoscopia y otras pruebas médicas, atendió amablemente a este diario. Su equipo médico intenta descartar daños severos y confirmar que «la inflamación del intestino sufrida sea por el estrés y solo eso, sin más». El artista se encontraba animado, positivo «y confiando mucho en los médicos, que me están tratando muy bien». A lo largo de su conversación con la periodista que firma esta información, Amargo no oculta «la ilusión» que le hace el próximo estreno a nivel nacional de su última novela, «El hijo de la Macorina», que presentará el próximo martes 30 de septiembre a las 19.30 horas en el Foro de Encuentros con la Cultura en el Trocadero Arena de Marbella. El bailaor quiere ser positivo «y tira para adelante» porque el trabajo es el que siempre acaba salvándole de cualquier vicisitud. De momento, la presentación se mantiene y ni se le pasa por la cabeza cancelarla. Para entonces, espera estar totalmente recuperado.
Su gran apoyo
Al lado de él, su esposa, Luciana Bongianino, que le está acompañando en todas las pruebas y es la que ha hecho pública la dolencia que ha sufrido el bailaor por culpa del estrés. Al parecer, los causantes de esta ansiedad han sido los empresarios de Torremolinos que le habían contratado para su espectáculo, con los que ha habido «importantes desavenencias». La mujer les acusa de no pagar a los trabajadores y, por otro lado, son los empresarios los que señalan al artista porque, supuestamente, el público no va a verle.

El caso es que esta situación extrema ha desbordado la salud de Rafael Amargo, que decidió acudir a un hospital al empezar a sentir los primeros síntomas de que algo no iba bien, que comenzaron con una fiebre alta.
Precisamente, en una entrevista que Amargo concedió hace unas semanas a LA RAZÓN, se refería a este mismo espectáculo y precisaba que estaba siendo boicoteado por diferentes frentes desde que abandonó la cárcel, absuelto de todos los cargos que se le imputaron: «Mira –nos decía–, en Torremolinos estoy llenándolo todo, y cuando uno está arriba, el tablao no engaña. Es el escenario de la verdad, y ahí está la gente, aplaudiéndome y dándome todo su cariño». Se quejaba de que los políticos de la oposición le dijeron en su día que le querían ayudar, pero fueron palabras vacías y ahora lamenta que también se han olvidado de él: «A Nacho Cano todo el mundo salió a defenderlo. Isabel Díaz Ayuso también le ha ayudado, ¿y a mí no? No entiendo el misterio. Yo solo me hago una pregunta: ¿por qué un artista como Nacho Cano, que ha pasado por un proceso similar al mío, está ahí en todos los escenarios con todas las subvenciones públicas del mundo, y yo aquí, teniéndole que pedir dinero a mi padre? Hay muchas asociaciones de víctimas que también han venido a ver mi espectáculo y que me apoyan. Yo nunca he tenido subvenciones del Gobierno. Es increíble, hemos tocado todos los palos y parece que ya no soy ni digno ni para un reality de televisión, cuando tengo los méritos en mi carrera».
La novela que le salvó
Tras hacerse la colonoscopia, Rafael Amargo, más animado, nos confirma que «si Dios quiere», el día 30 presentará su libro como estaba previsto. Esta novela, según nos desvela su autor, se convirtió en su salvación mientras estuvo en la cárcel. «Lo mejor de la literatura es que puedes volar a través de sus letras, aunque estés preso. Cuando llegué a prisión, mi compañero de celda tenía un montón de folios y bolígrafos, así que no dudé y se los pedí. Así empecé a verter ríos de tinta. Mi libro va de un amor más allá del capricho y de la sangre. Dos desconocidos hacen ‘‘match’’ en una aplicación de contactos gay. Se juntan entonces dos mundos y tres culturas que hacen saltar por los aires todo lo previsto. Sus protagonistas, Juandoro y Evarí, como en un juego, se embarcan en una aventura que los llevará, a ellos y a sus familias, a vivir una historia que podría rozar la tragedia. Gracias al libro y a los reclusos, de los que me hice muy amigo, logré subsistir en la cárcel. No sé qué habría hecho si no fuera por ellos», recalca el bailaor, dispuesto a superar la nueva batalla que la vida le ha puesto por delante.
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