Exclusiva

Juan Avellaneda: «Esta colección ha nacido de mis horas de espera en el hospital»

Hablamos en primicia con el diseñador que ha pasado veinte días ingresado por unas manchas en el pulmón

Juan Avellaneda
Juan AvellanedaGtres

El inicio de 2025 no ha sido lo que el diseñador Juan Avellaneda esperaba. Una enfermedad le ha llevado a estar dos semanas y media ingresado en la clínica Teknon de Barcelona y vivir una montaña rusa de emociones, donde el susto al detectar unas manchas en el pulmón se combinaba con el cariño de mensajes de amigos y seguidores. Él decidió plantarle cara a la situación hablando de ella en redes sociales e intentando mostrar una cara positiva que pudiera tranquilizar a todas las personas que se preocuparon por él y, como hombre creativo que es, hasta lo ha aprovechado para crear una nueva colección.

Esta situación le ha llevado a reflexionar sobre su trepidante ritmo de vida. «La vida no es solo trabajar y correr, sino también saber parar y respirar y, sobre todo, disfrutar», afirma desde su casa, donde lleva ya casi una semana, el creador catalán a LA RAZÓN, en un intento, quizás, de dejar por escrito una máxima que le ha enseñado toda esta situación. Un aprendizaje del que en lugar de la queja ha surgido arte.

Lo primero de todo, ¿qué tal está?

Mucho mejor, y recuperándome poco a poco. Sigo con unos mareos pero es normal. Los primeros días en casa han sido raros, porque aunque estaba deseando salir del hospital, tengo que hacer reposo y tomártelo con calma… ¡y yo quieto soy un peligro y demasiado hiperactivo! Pero lo importante es que todo va bien y me siento con más energía.

¿Nunca fue consciente de la gravedad?

No, pensé que era un resfriado y que pasaría con un poco de descanso. Así estuve tres meses. De hecho, fue mi marido quien realmente me obligó a ir a urgencias. He aprendido la lección… o eso digo ahora.

¿Qué tal han sido estos días en el hospital?

Ha sido una montaña rusa de emociones, pero al final todo ha ido mejor de lo que pensaba. Estar ahí tantas horas es duro, pero el equipo de Teknon es de diez. Esto ha sido fundamental. Lo he dicho en redes sociales, hicieron un trabajo increíble y me he sentido bien, tranquilo y cuidado en todo momento.

¿De dónde sacaba las fuerzas?

Cuando estás en una situación así, tienes dos opciones: o te hundes o te lo tomas con filosofía. Y como llorar no soluciona nada, elegí reírme un poco. Recuerdo algún mensaje con Nieves Álvarez, cuando ya me encontraba mejor, enviándole un selfi con la mascarilla del oxígeno diciendo: «Este Mugler no es mi mejor outfit». Necesitaba liberar tensión mental y reírme. Hubo un momento que pensábamos que las manchas podrían ser graves y fue un golpe duro, pero una vez superado eso ya decidí estar con los ánimos a tope. Reírse es sano. Además, cuando ves que la gente que te quiere está preocupada, intentas sacar fuerzas de donde sea para no asustarlos más.

¿Qué es lo que más le ha ayudado a sobrellevar esta situación?

Sin duda, Sergio, mi marido. Ha estado ahí en todo momento, con una paciencia infinita (y eso que yo de paciente tengo poco). También mis amigos y familia, que han estado muy pendientes. Y el cariño de la gente en redes… No os imagináis lo que significa recibir mensajes de personas que ni siquiera conoces pero que te mandan buena energía. Es algo que me ha emocionado muchísimo. Y, sin duda alguna, todo el equipo de Teknon. Como anécdota muy fuerte te diré que un día hablando con unos amigos, Susana y Jorge, les dije: «Ojalá estar ahora en Quintín en Madrid con mi pizza de colmenillas y pasta». Movieron cielo y tierra para hacérmela llegar. Sigo alucinando y súper agradecido de amigos que hacen locuras así y que te ayudan a desconectar de cómo te encuentras.

Y pese a todo, ¿ha preparado usted una colección?

La creatividad no se para ni aunque el cuerpo diga ‘stop’. Así que, entre una nebulización y otra, me puse a dibujar. No sé si es la primera colección creada con oxígeno extra, pero oye, aquí estamos y está quedando ideal. Está un poco inspirada en el mundo nómada con tejidos muy terrosos. Hacía videoconferencias con el equipo de See Iou e iba trabajando y me mantenía vivo y feliz. No es que vaya a ser todo en tonos hospital, pero creo que la moda siempre refleja el momento en el que se crea. Es una colección más consciente, más serena, pero con fuerza y un escape. Como si estuviera viajando fuera de donde estaba. Al final, todo lo que vivimos nos deja huella, y eso también se traduce en el diseño.

¿Hay algún mensaje especial que le haya sorprendido?

El cariño de gente que ni siquiera me conoce en persona y me han mandado cartas y flores.