Enfrentamiento

Laura Escanes vs. María Pombo: cuando la lectura se convierte en un campo de batalla digital

Un comentario sobre libros en televisión reabre viejas tensiones entre dos de las influencers más influyentes del país. Entre risas, indirectas y reflexiones sobre el acoso, la guerra fría entre Escanes y Pombo vuelve a encender las redes

María Pombo y Laura Escanes
María Pombo y Laura Escanes@mariapombo

Ha bastado una simple pregunta -"¿Te gusta leer?"- para que se desate un nuevo vendaval en el universo influencer. Laura Escanes, invitada al programa "Al cielo con ella", conducido por Henar Álvarez en La 2, respondía entre risas a lo que parecía una consulta inocente. Pero nada es casual en televisión. La cuestión, con su toque de ironía, reavivaba una polémica que meses atrás había protagonizado María Pombo, cuando defendió públicamente que el gusto por la lectura no convierte a nadie en mejor persona. "No a todo el mundo le gusta leer. Hay que superarlo", dijo entonces, desatando un debate nacional sobre cultura, clase y autenticidad.

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Escanes, sin mencionar nombres, pareció tomar el testigo en clave de humor. "Sí que leo, pero menos de lo que me gustaría", confesó en el programa, bautizándose además como "la choni de las pijas". Una frase aparentemente inofensiva que, en cuestión de horas, se convirtió en el detonante de una tormenta digital.

"No es gracioso"

Desde su perfil de Instagram, María Pombo reaccionó con sutileza, compartiendo una reflexión sobre los límites del humor: "Si el chiste se ríe de alguien, no es gracioso". Acompañó el mensaje con un recordatorio sobre el respeto y la empatía, subrayando que "no se humilla a nadie para hacer reír a los demás". Aunque no mencionó nombres, el contexto no dejó lugar a dudas. Las redes, implacables, hicieron el resto: la lectura entre líneas apuntaba directamente a Escanes.

@mariapombo/ @lauraescanes
@mariapombo/ @lauraescaneslarazon

Horas más tarde, Laura decidió romper su silencio. Visiblemente molesta, recurrió también a Instagram para defenderse: "Me parece triste tener que aclarar esto porque es un clip de un programa de humor. Mi respuesta no es contra nadie", explicaba. "Insinuar que lo que he hecho es bullying me parece muy grave. Creo que se busca polémica donde no la hay".

El cruce de indirectas llega, además, en un momento especialmente delicado para la conversación pública sobre el acoso, marcado por el reciente caso de Sandra, la menor sevillana que se quitó la vida tras sufrir bullying. Una tragedia que ha sensibilizado tanto a los medios como a las propias figuras públicas sobre el poder -y la responsabilidad- de sus palabras.

El episodio, más allá de la anécdota, revela la fragilidad del ecosistema influencer: un espacio donde la espontaneidad se mide al milímetro, y donde cualquier gesto puede interpretarse como una provocación. Lo que antes eran simples discrepancias de estilo o discurso se ha transformado en un reflejo de las tensiones de toda una generación.

Mientras tanto, las redes siguen pendientes de los próximos movimientos de ambas. ¿Habrá reconciliación pública o continuará esta guerra silenciosa entre la "lectora ocasional" y la "no lectora convencida"?