Pendientes de la justicia

La mayor preocupación de Carlo Costanzia está en Italia

Sus hermanos Pietro y Rocco ya tienen fecha para enfrentarse a la Justicia por presunto intento de homicidio

Carlo Costanzia
Carlo CostanziaDe viernes

Será el diecinueve de febrero, una fecha que preocupa en demasía a Carlo Costanzia, porque es el día en el que sus hermanos, Pietro y Rocco, se verán las caras ante el juez que se encarga del caso que implica a ambos en un intento de homicidio.

El novio de Alejandra Rubio está muy unido a los dos y teme que les caiga una pena de muchos años de cárcel. De hecho, los detenidos llevan en prisión preventiva desde el mes de marzo del año pasado, tras atacar en plena calle a un joven al que tuvieron que amputar una pierna.

Pietro, según consta en el informe policial, fue el autor material del ataque, aunque también implican a Rocco como presunto colaborador en el suceso.

Carlo Costanzia y su hermano Pietro
Carlo Costanzia y su hermano PietroRedes sociales

Su hermano mayor, que, como saben nuestros lectores, vive en España al lado de su pareja y su hijo, pero se rumorea que viajará a Italia para estar presente en el citado juicio.

Mientras llega esa fecha, Costanzia y Alejandra disfrutan de su bebé, y hace unos días les veíamos pasando unas cortas vacaciones fuera de Madrid. El nacimiento del niño les ha unido aún más si cabe y ya preparan la celebración del bautizo, que, por fin, reunirá a sus dos familias bajo el mismo techo.

Veremos entonces, por primera vez, a las dos abuelas, Terelu Campos y Mar Flores, de las que se asegura que no mantienen el menor tipo de relación. Que se sepa, no hay ni una sola imagen de las dos juntas. También tenemos claro que Mar y su ex marido, Carlo, no acabaron bien su matrimonio y prácticamente ni se hablan, por lo que el encuentro no tiene visos de ser amistoso.

El look de Mar Flores para conocer a su nieto.
El look de Mar Flores para conocer a su nieto.Gtres

Los malintencionados ya se frotan las manos por el morbo de ver a Terelu, Mar y Carlo en el bautizo. Se supone que ninguno inventará excusas banales para no asistir a un acontecimiento familiar tan importante. Y pondrán cara de póquer escondiendo sus desafueros. Todo sea por el bien del nieto.