DEP
Muere Marta Chávarri, la mujer escándalo de la España del felipismo
La que fuera gran figura de la sociedad de los años 80 y 90, conocida por sus polémicos matrimonios con Fernando Falcó y Alberto Cortina, llevaba una vida alejada de los focos.Tenía 62 años
Marta Chavarri fallecía la madrugada del viernes a los 62 años. Una información que me comunicaban desde el entorno directo de la que fuera un icono de belleza de los años 80 y 90. Según hemos sabido desde hacía días padecía fuertes dolores de cabeza que achacaba al calor. El jueves fueron más intensos pero tampoco le dio más importancia. Marta Chavarri vivía sola aunque estaba en contacto directo con sus hermanas, Isabel y María, y su hijo Álvaro Falcó, fruto de su primer matrimonio con Fernando Falcó. El empresario le había hecho abuela hace apenas un mes.
Vivía sola
La empleada del hogar fue la primera que se encontró con la tragedia. Acudía a primera hora a su domicilio y como siempre era la encargada de despertarla y disponer del desayuno. Una costumbre que Marta, que vivía sola, mantenía en un horario más o menos igual. Una vez que la situación fue irreversible la asistenta contactó con el portero de la finca y después con su hijo Álvaro, que se trasladó inmediatamente a casa de su madre. Se mantuvo el protocolo que se sigue en estas circunstancias. Primero llegó una ambulancia que constató la muerte y, a continuación, el traslado del cadáver al Instituto Anatómico Forense. De allí, al cementerio La Paz de Tres Cantos donde se le dará el último adiós.
La última vez que se la vio públicamente fue en la boda de su hijo con Isabelle Junot, en abril del año pasado, en Plasencia. Participó en el posado familiar y nada más. Eligió un vestido de la firma Tot Home de su amiga Marta Rota y no quiso protagonismo. Hace tiempo que Marta ya no quería ser la más atractiva de las fiestas como sí lo fue durante los años 80 y 90. Su pelo rubio con mechas se convirtió en el ejemplo para las chicas que querían ser como ella. Su golpe de melena y sus pantalones ajustados confirmaban esa imagen de mujer espectacular que era un lambada para las portadas de las revistas del corazón.
«Dejé de acudir a fiestas y me aparté de los focos porque no podía soportar la fama ni a la prensa. Fue insoportable. No me compensa la popularidad, no quiero protagonismo ninguno. Ya lo tuve y acabé harta, por eso me retiré», dijo en 2011 en la que fue su última gran declaración. Un silencio que solo rompió en octubre de 2020, cuando falleció Fernando Falcó, marqués de Cubas, a los 81 años de edad, y solo siete meses después de que lo hiciera su hermano Carlos, el marqués de Griñón: «Estoy triste por lo de Fernando, pero estoy bien».
Ahora llevaba una vida discreta, centrada en sus clases de pintura y arropada por su grupo de amigas. Precisamente hace una semana reunía a ese grupo discreto e incondicional en su casa para mostrar a su nieta Philippa. La bebe había hecho que Marta cambiara las tristezas de los últimos años por un equilibrio emocional que hacía que su vida fuera diferente. Así lo confirman las amistades que han estado junto a ella en los momentos difíciles. Su guardia pretoriana o ángeles de la guarda eran sus hermanas Isabel y María y su tía, Natalia Figueroa, la mujer de Raphael. Desde que los sobrinos Chavarri se quedaron huérfanos de madre, la tía ejerció de protectora con todos ellos. Hay que recordar que cuando la ex marquesa de Cubas se separó de Alberto Cortina se refugio en Miami con los Martos Figueroa. Un divorcio complicado socialmente, y no económico, ya que el empresario fue muy generoso con ella. Pero la presión mediática fue intensa y de ahí que la tía Natalia fuera el puerto seguro al que acudir.
El destino, que a veces juega unas cartas difíciles, ha hecho que Marta a sus 62 años muriera como su madre, de un infarto cerebral. Aunque en el caso de Matilde Figueroa fue antes de cumplir los 50. Esta muerte marcó la vida de Marta ya que estaban muy unidas y tuvo que encargarse también de sus hermanos. Su padre, el diplomático Tomas Chávarri, se casaría años después con Carolina Thieu, una mujer excepcional con la que tuvo dos hijos. Ninguno de ellos ha querido tener perfil público. Uno de ellos, Fernando, se trasladó al domicilio para apoyar emocionalmente a Álvaro Falcó.
Otro punto de inflexión fue su separación de Fernando Falcó, la pérdida de la custodia de su hijo, y su relación con el empresario Alberto Cortina, casado entonces con Alicia Koplowitz. Marta y Alberto Cortina estuvieron casados de 1991 a 1995. Y, para sorpresa de muchos, se produjo un curioso baile familiar: el marqués de Cubas se casó con Esther Koplowitz.
Manos negras
Era la atractiva y sensual marquesa de Cubas y aún no era oficial su romance con el empresario con el que se casaría en 1991. Ese romance marcó toda una época: no solo por el escándalo que supuso, sino por el entramado financiero que se destapó. Hubo manos negras, espías y turbulencias relacionadas con el mundo oscuro del poder económico. Los primos Albertos estaban inmersos en una guerra financiera para una gran fusión bancaria de la que saldría Cartera.
Hace unos años Marta tuvo un accidente que le desfiguró parte del rostro. Pasó por el quirófano en varias ocasiones para recomponer su mandíbula y ese percance le produjo un decaimiento emocional que la aisló hasta el final de sus días. La gente que la quería le aconsejó que las enfermedades del alma también se tratan y le recomendaron acudir a un especialista. Poco a poco a poco fue saliendo de su tristeza, según ella misma me confirmaba antes de la pandemia: «Estoy feliz y tranquila con mi vida. Me dedico a pintar y a estar con la gente que quiero. He dejado de preocuparme por cosas que no son importantes para mí».
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