Nueve frente para Isabel Pantoja: Junco quiere demandarla por desahucio

Las cosas no están yendo del todo bien a Isabel Pantoja. La que se presentó como una de sus giras más especiales por su 50º aniversario sobre los escenarios no ha salido como ella esperaba a consecuencia de los problemas de salud que la obligaron a cancelar varios conciertos. Unos problemas de salud de los que, por cierto, se conocen pocos detalles y han dado pie a todo tipo de habladurías: desde un supuesto trasplante hasta problemas renales, todo rumores sin confirmar.

Por si esto fuera poco, la cantante podría estar a punto de enfrentarse a una nueva demanda. En esta ocasión le llegaría de parte de Junco, la viuda de su hermano Bernardo Pantoja, y la guerra judicial que librarían tendría su origen en la primera propiedad de la tonadillera.

Se trata de un piso que compró en el barrio de Tardón, en Sevilla, cuando su carrera como cantante empezó a dar sus frutos. Un inmueble de alto valor emocional por todo lo que representa y que en los últimos años ha estado ocupado por Bernardo Pantoja y su mujer. Tras la muerte del hermano de la artista, era cuestión de tiempo que moviera ficha para sacar rendimiento, y parece que está a punto de hacerlo.

Así lo asegura la periodista Paloma García Pelayo desde “Y ahora Sonsoles”. Por lo visto, quiere vender la vivienda, lo que implicaría que Junco tiene que abandonarla a corto plazo. Un movimiento con el que la japonesa no está de acuerdo y por el que planea demandar a su cuñada por desahucio precario.

La intención de Pantoja con la venta de este piso es obtener liquidez para saldar las deudas que ha ido adquiriendo a lo largo de los últimos tiempos. Entre sus planes económicos se encuentra también, según la misma periodista, la compra a su hijo Kiko Rivera del 40 % que le corresponde de Cantora como herencia de su padre, el torero Paquirri.

La demanda de Junko se coronaría como la guinda del pastel de todos los problemas que quitan el sueño a Pantoja, empezando por el enfrentamiento con sus hijos. Ni sus problemas de salud parecen haber servido para limar asperezas, y en el caso de Kiko Rivera se mostró de lo más beligerante con su madre al compartir una reflexión que parecía dirigida a ella: “A todo aquel que obra mal, al final le irá mal. Puede que en un principio las cosas le salgan como había planeado, pero tarde o temprano Dios se encargará de pasarle factura, pues la justicia divina es algo de lo que nadie puede escapar”. No habrá paz para la Pantoja.