Polémica: ¿Duque o duquesa en la casa de Sevilla, tras la muerte de Francisco de Borbón?

La muerte de Francisco de Borbón ha dejado huérfano el Ducado de Sevilla. La primogénita del aristócrata, Olivia de Borbón, debería ser la sucesora del V Duque de Sevilla, y Grande de España, en aras de la ley sobre igualdad en el orden sucesorio de títulos nobiliarios, que permite a las hijas primogénitas suceder en la misma igualdad que sus hermanos. Es por esto, que por pleno derecho sería la nueva Duquesa de Sevilla, al igual que en su día, ostentó el Ducado Almudena de Arteaga, que heredó el título del Infantado al fallecer su padre.

La herencia del título

Olivia, siempre en un segundo plano, debería solicitar en los próximos meses en las instancias que corresponden, la Real Carta de Sucesión para que le otorguen el título. La ley da un año para ejercer su legítimo derecho. Uno de los problemas con los que se puede encontrar es que, en las voluntades de su padre, no estaba muy clara la idea de que Olivia fuese su sucesora, aunque la ley es muy clara a este respecto y ningún deseo «o papel escrito» puede estar por encima de la ley. El aristócrata en más de una conversación con allegados, incluso con la periodista que suscribe este artículo, ha significado verbalmente su preferencia a que fuera su único hijo varón Francisco, quien heredará el título. Los dos estaban muy en sintonía en las tareas del ducado y en la Orden de San Lázaro. Otra posibilidad es que Olivia por voluntad propia quisiera cederle el título a su hermano.

Olivia, prima del Rey Felipe VI, está atravesando uno de los momentos más duros de su vida: su referente, «su todo», como ella le decía, acaba de irse. Hace cinco años su alma gemela, su hermana Cristina, se iba también de su vida y al poco tiempo lo hacía su madre, la condesa alemana Beatrice von Hardenberg zü Fürstenberg, que falleció en la clínica Quirón de Marbella. Ahora su bastón de sustento, es su inseparable marido Julián Porras-Figueroa Toledano, empresario de la restauración y del mundo inmobiliario, con el que tiene dos hijos pequeños, Flavia Masephi y Fernando Enrique. Su herencia pasa ahora por recoger el testigo de uno de los ducados más antiguos de España, junto al de Medina Sidonia.

Olivia, muy unida a su padre

Ella ha tenido siempre como referente a su abuela materna la princesa Masephi: «Era fascinación la que tenía con ella. Grande Masephi zü Fürstenberg, línea directa con Carlo Magno y uno de los linajes aristocráticos más importantes del Gotha alemán. He tenido una casa a la que le puse su nombre en homenaje a ella», nos comentaba Olivia en una entrevista que nos concedió.

Olivia siempre ha estado unida a su padre. Cuando sus padres se separaron y su madre Beatriz se fue a vivir a «La Española», en Santo Domingo, la primogénita del matrimonio Borbón decidió quedarse a vivir con su padre en la casa de la Calle Triana. «Olivia tuvo su primera menstruación estando conmigo y tuve que ir a la farmacia y comprar todo lo necesario. Siempre compartimos momentos muy especiales», cuenta el mismo Duque de Sevilla en su libro «Cuasi memorias». En agosto de 2020, él recibía el nombre de una calle en Marbella y allí estuvo la aristócrata arropando a su progenitor. Muy cerca de este lugar, uno de los proyectos con los que está más ilusionada ahora Olivia, es la construcción de una casa en el terreno familiar de su padre en la zona de la Milla de Oro de Marbella. Un lugar, junto a la casa de Boadilla que ahora tienen en Madrid. «Julián me lo ha dado todo en la vida. Es mi fuerza, mi timón», declara ella.