Crónica

Los sábados de Lomana: un apagón esperado y las fiestas del 2 de mayo

Madrid sigue adelante cada día con más energía, siendo un verdadero ejemplo de progreso y mejora en la vida de sus vecinos

Carmen Lomana en las celebraciones del 2 de mayo en Madrid
Carmen Lomana en las celebraciones del 2 de mayo en MadridCedida

Empezaré esta crónica con mi llegada a Barcelona el día de Sant Jordi. Me había pegado el gran madrugón, pero iba llena de ilusión por volver a la gran fiesta de las letras catalanas, mezclada con algo tan romántico como una rosa roja. Un libro y una flor para regalar. ¿Hay algo más bonito? No, no lo hay. Me estaban esperando amigos de mi editorial La esfera de los libros con una rosa roja… Rápidamente fui a la caseta que me habían asignado, ya había algunas personas esperando, fue emocionante. En ese momento, empiezo a sentir mi libro vivo, cuando veo a mis lectores cara a cara y me comentan qué les ha parecido, me hacen preguntas y miran con carita de ilusión las dedicatorias que les escribo. Nunca estaré lo suficientemente agradecida a cada persona que siente la motivación de comprar mi libro.

De vuelta a Madrid, empiezo la semana con el gran apagón del lunes 28. Por suerte, terminaba de grabar en casa un “reel” para Lico Cosmetics. Me siento para tomar un té y se apaga la luz. Me extraño, dada la hora, 12:30 de la mañana en plena actividad de la ciudad. Siempre tengo a mano un transistor a pilas, lo encendí y cuál fue mi gran sorpresa al saber que prácticamente toda España, menos las islas, estaba igual. Alguien comentó que también toda Europa y empecé a asustarme pensando en un sabotaje, algo muy grave. Más tarde se supo que solo nos afectaba a nosotros y a Portugal, y que gracias a la energía eléctrica que nos estaba traspasando Francia, en el norte de España no tuvo mucho impacto.

¡Para mí, ni tan mal! Tenía pilas, velas, comida suficiente y una cocina mixta con electricidad y gas, que me parece fundamental no depender solo de un tipo de energía. Siempre tengo dinero en efectivo para cualquier emergencia o la compra del día a día. Tiene su gracia que hablaban hace poco de kits de emergencia en caso de guerra, pero pilló a casi todos bastante desprovistos. Lo que más estrés me produjo, y ahí me di cuenta del enganche que tengo, fue el móvil apagado. Lo miraba con ansiedad, como diciendo “enciéndete, por favor”.

Carmen Lomana y su look para Sant Jordi 2025 en Barcelona.
Carmen Lomana y su look para Sant Jordi 2025 en Barcelona.Gtres

Creo que este gran apagón, que prefiero no comentar ni analizar por qué sucedió, hacía días que se estaba esperando, aunque no dijesen nada sobre el desajuste que hay entre las energías renovables y las tradicionales. Por otra parte, cada vez que el Gobierno sale contándonos que algo nunca ocurrirá en nuestro país, como que un apagón en España es inviable, no duden que sucederá. Y sucedió.

Los ciudadanos dieron un ejemplo de paciencia y civismo. Personas atrapadas en ascensores, en trenes, y otras muchas y tremendas circunstancias. Al menos, hemos aprendido que no se puede vivir en una sociedad tan moderna y tecnológica sin alternativas de toda la vida, como es un simple y pequeño transistor de pilas. O una cocina normal. No soporto las de inducción, no sé cocinar en ellas, no sé regular el calor y a la que me descuido, me quemo. ¡Viva la cocina de gas e incluso de carbón! La recuerdo en casa de mis abuelos, que según decían, eran una maravilla. También me gustaría saber qué opinan de las centrales nucleares que tenemos en nuestro país sin utilizar, pero puestas en marcha. Es energía limpia y gracias a todas las que tiene Francia, ha podido enviarnos electricidad a España. Aquí, como siempre, los ecologistas están creando problemas, no solucionándolos.

Ayer era 2 de mayo, ese día histórico en el que la ciudad de Madrid, con palos y cuchillos, se levantó contra el ejército napoleónico para proteger al Infante de España Francisco de Paula, el único que quedaba de la familia real en el Palacio de Oriente, impidiendo que se lo llevasen a Francia con el resto de la familia de Carlos IV, un rey borbónico que no se merecía el cariño de sus súbditos. Era vago y pusilánime, y dejaba la gobernanza del país en manos de Godoy, que, según la leyenda urbana, era el amante de su mujer, la Reina María Luisa de Parma. Todo un desastre.

Carmen Lomana con el cantante Álvaro Urquijo en las celebraciones del 2 de mayo de Madrid
Carmen Lomana con el cantante Álvaro Urquijo en las celebraciones del 2 de mayo de MadridCedida

Ayer se recordó en la sede de la Comunidad de Madrid a los fusilados del 3 de mayo como represalia al pueblo por el levantamiento contra los franceses el día anterior. Mamelucos y lanceros napoleónicos extremaron la crueldad contra los patriotas y el pueblo, todo plasmado en un cuadro de Goya.

Ayer fue un día muy bonito a pesar de la lluvia, y se entregó la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo a personalidades de la comunidad e instituciones que han trabajado y trabajan por el bien de los demás. Nuestra presidenta, Isabel Díaz Ayuso, estuvo fantástica dirigiéndose a todos los madrileños en un precioso discurso. Hubo un cocktail a continuación, donde pudimos saludar y charlar con los premiados y amigos. Un año más, disfrutando de nuestra fiesta. Madrid sigue adelante cada día con más energía, siendo un verdadero ejemplo de progreso y mejora en la vida de sus vecinos.