Vida
Teresa Gimpera, la doble de Grace Kelly a la que compararon con Olivia de Popeye
La actriz falleció ayer en Barcelona a los 87 años de edad
Una vida llena de anécdotas y una simpatía natural. La Teresa Gimpera a la que tuve ocasión de entrevistar hace más de veinte años era una mujer con la que no te aburrías nunca. Recuerdo que me confesó que durante mucho tiempo tuvo complejo de ser demasiado delgada. Y echó mano de una situación vivida en su juventud para explicarlo: “Un día, cuando iba paseando por la calle, se me acercó un hombre para decirme que me parecía a Olivia, la novia delgaducha de Popeye. No le di mayor importancia, pero me chocó bastante aquella comparación”.
Mas acorde a la realidad es cuando veían en ella a la doble española de Grace Kelly. Teresa tuvo la ocurrencia de escribir al Principado de Mónaco ofreciéndose como doble de la princesa si esta decidía regresar al mundo de la interpretación.
Su carta encontró una tajante respuesta: “la princesa no tiene intención de volver a su carrera cinematográfica”. Todavía guardaba la misiva en un cajón de su cómoda. No conoció a Grace pero sí a su director fetiche, Alfred Hitchcock, que la hizo llamar desde Los Ángeles para presentar tarde al casting de la película “Topaz”, empresa imposible porque la belleza rubia de la catalana no encajaba lo más mínimo con el papel de morena portorriqueña.
En Hollywood, gracias a su entonces pareja, el actor Craig Hill, asistió a una fiesta en la mansión de Rock Hudson. Entre risas me desveló que “en su casa todos los trabajadores eran chicos jóvenes y bellos. Rock era un sex symbol para las mujeres, pero solamente le gustaban los hombres. Estaba demasiado delgado y lo justificó con que hacía una dieta a base de plátanos. Desgraciadamente, el SIDA empezaba a hacer mella en su organismo”, una enfermedad que años más tarde se llevaría por delante al propio hijo de Teresa, Joan, cuando tenía veintiocho años. Ese fue el mayor drama vital de la considerada musa de la “gauche divine”.
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