Familia
Tita Cervera y Borja Thyssen: «No quiero saber más de tí»
Es llamativo que cualquier desencuentro entre madre e hijo se convierte siempre en un episodio llamativo para la Prensa
La relación de Carmen Cervera con su hijo Borja Thyssen, y a la inversa, se podría escenificar con la canción «Vivir así es morir de amor», de Camilo Sesto, y en concreto con la estrofa en la que dice «ya no puedo más, siempre se repite la misma historia». Lo mismo sucede con ellos. Estas Navidades las pasaron separados salvo la noche de Nochebuena cuando se reunieron a cenar en un restaurante de Andorra, donde la baronesa Thyssen y sus hijas, Carmen y Sabina, tienen su residencia. Ha sido la primera Nochebuena en familia. Después Borja, Su esposa Blanca y sus cinco hijos se fueron a Gstaad (Suiza) sin la madre. En esta privilegiada estación de esquí Borja Thyssen compró un piso, en el centro del pueblo, por el que pago ocho millones de euros. No pudieron estrenar la vivienda porque se encuentra en plena remodelación para acoger a la familia numerosa que han formado los B&B que es como les bautizaron hace tiempo.
En la cena navideña también estuvieron los padres de Blanca que nunca han querido protagonismo mediático. Solo intervino en una ocasión en un programa de Television la madre Heidi Unkoff para defender la honorabilidad de la artista y la suya propia cuando les acusaron de beneficiarse del dinero de la baronesa. Nunca se demostró que tuvieran empresas conjuntas con su hija y menos aún que utilizaran los bienes del yerno para fines personales. Componen un matrimonio estable y encantador que no se mete en las vidas ajenas y menos aún en la de Carmen Cervera.
Vino y rosas
En los últimos tiempos, Borja ha estado muy implicado con el museo que lleva el nombre de su padre adoptivo y ha acudido a las inauguraciones de las exposiciones itinerantes igual que a las reuniones del patronato de la fundación en su calidad de patrono. Parecía que los desórdenes afectivos entre madre e hijo habían desaparecido o al menos estaban estabilizados. Es llamativo que cualquier desencuentro que no tendría mayor importancia en una familia normal, en ellos se convierte en un «no quiero saber nada de ti». Y dejan de hablarse hasta que por alguna razón de tipo económico vuelven a su ser.
Lo vimos en la firma del alquiler de la colección privada de la baronesa Thyssen con el Ministerio de Cultura, por un periodo de duración de quince años. La cantidad acordada fue de 97,5 millones de euros. A razón de algo más de seis millones de euros anuales. Borja Thyssen estuvo presente y rubricó el documento porque también es propietario de los cuadros en un treinta por ciento. Por lo tanto, de esa cantidad acordada con Cultura recibe los millones que le pertenecen. Ese 9 de febrero fue una gran día para ambos.
En esas fechas de vino y rosas, madre e hijo mantenían un buen entendimiento que se fue al traste con la entrevista grabada el pasado mes de septiembre, pero emitida en febrero de este año, de Carmen Cervera con Risto Mejide en televisión.
La cuestión en la que directamente Mejide preguntaba a la baronesa si Borja era el padre de sus otras hijas, que fue el gancho publicitario del programa, sirvió para romper de nuevo la cordialidad paterno-filial. Además de los comentarios críticos hacia Blanca Cuesta. Más o menos vino a decir que su hijo era estupendo hasta que llegaron las malas influencias. No nombró a la nuera, pero no había que ser muy hábil para reconocer la indirecta.
Es curiosa esta poca simpatía hacia la pintora, cuando hubo un tiempo en el que la baronesa estaba feliz con ella. Fue al principio cuando Borja comenzó su relación con la que hoy es la madre de sus cinco hijos. Después vendría una boda a la que no asistió y más tarde el nacimiento del primer nieto. Un momento en el que llegó a aconsejar a su hijo Borja que hiciera al bebé las pruebas de ADN. Aquello dio lugar a un escándalo mediático importante. ¿Cómo volvieron a estrechar lazos madre e hijo? Una casa en la zona noble de Barcelona fue el regalo para que Borja volviera a establecer línea directa con Tita. A día de hoy, y tras la última polémica motivada por la entrevista en «Chester» cada uno hace su vida por separado.
Aplazamiento judicial
El pasado 14 de febrero, el juzgado de lo Penal número 15 de Madrid acordó suspender la vista oral del juicio previsto para ese día por supuesto delito contra la Hacienda Pública contra Borja Thyssen y Blanca Cuesta, toda vez que los abogados de los procesados presentaron antes de iniciarse la misma un informe pericial, con el que solicitaban se incorporara a la causa. La acusación, formada por la Fiscalía y la Abogacía del Estado, solicitaron la suspensión del juicio para examinar el informe sin quedar fijada, de momento, una fecha de nuevo señalamiento.
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