
Demasiadas pérdidas
Las tragedias que sumieron a Antonio Orozco en la depresión
Ahora recuperado del dolor y sacando fuerza de la experiencia, el cantante es feliz, pero ha tenido que afrontar muchas dificultades

Antonio Orozco tiene una fructífera carrera en la música y una alargada proyección en televisión, lo que le ha llevado a citarse con Pablo Motos en ‘El Hormiguero’ en alguna que otra ocasión. Este martes repite experiencia, a punto de celebrar el año que viene los 25 años sobre los escenarios acariciando almas con sus melodías y letras. Una celebración que se materializará a modo de gira de concierto, motivo que le lleva de promoción al programa de Antena 3. Allí hablará de la ilusión que le embarga darse baños de masas con sus fans, pero también habrá ocasión para ofrecer alguna que otra píldora sobre su faceta más personal. Siempre que acude al programa abre alguna ventana a su intimidad, lo que ayuda a conocerle más allá de su éxito.

Hijo de un albañil y una limpiadora, Antonio Orozco, sevillano de nacimiento, pero barcelonés de adopción, es el mayor de tres hermanos. Desde bien pequeño sintió la llamada de la música y siempre ha estado encaminado a triunfar sobre los escenarios. Su madre lo sabía y en su empeño en tener una niña, no dudaba en entretenerse disfrazando a su hijo con vestidos de faralaes para hacer sus espectáculos caseros. Así comenzó a sentir el calor de los aplausos, comenzando poco después su formación instrumental y musical. En el año 2000 dio el gran salto a la fama con el éxito rotundo que supuso la canción ‘Devuélveme la vida’. Ahí cosechó una horda de fans que le han acompañado a través de estos 25 años de andadura profesional, pero también arropándole en los momentos más duros de su vida, que no han sido pocos.
Cuando tenía tan solo 21 años, su padre, Jesús Orozco, falleció en un accidente laboral mientras trabajaba en la obra. Él era un gran referente para Antonio, de quien rescató su pasión por las sevillanas. Le apoyó mucho para que cumpliese su sueño de ser artista, pero su pérdida le hizo reenfocar su situación y centrarse en sacar adelante a su familia. Así, compaginaba trabajos con la creación de canciones, algo que hacía desde los 13 años, presentando maquetas a las discográficas en busca de una oportunidad. Cuando le llegó triunfó, gracias a la confianza depositada por el que luego se convertiría en su gran amigo, Xavi Pérez. El productor fue parte fundamental de su vida más allá de lo profesional, de ahí el dolor que sintió cuando en 2016 tuvo que despedirse de él, dejándole desamparado emocionalmente.

Pero las desgracias no terminaron para Antonio Orozco. El cantante ha tenido que decir adiós también a dos de los grandes amores de su vida. Marina Pinilla fue su primera novia, el romance que más marca a cualquiera. Falleció en 2012 víctima de un cáncer linfático. Cinco años más tarde, en 2017, sufrió una nueva pérdida dolorosísima, al morir Susana Prat, madre de su primer hijo, Jan. En su caso, fue un cáncer de útero el que se la llevó. No eran pareja, pues habían tomado caminos por separado, pero estaban muy unidos y su muerte sumió al artista en una profunda depresión de la que le ha costado mucho salir. No dudaba en definirla como “la persona más importante en mi vida”. Ahora la recuerda a través de sus canciones, también de su hijo, que sigue los pasos de su padre en su deseo de ser cantante.
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