Por fin William Levy habla claro. El actor cubano de 44 años, convertido en símbolo global del melodrama latino, se sincera con la revista "Semana" en una entrevista que marca un punto de inflexión en su carrera y en su vida personal. Afincado en Miami y en plena promoción de su nueva película, "Bajo un volcán", Levy asegura sin titubeos: "Estoy en mi mejor momento". Y lo dice tras haber superado meses intensos, no exentos de polémica y exposición mediática.

El pasado abril, el protagonista de "Café con aroma de mujer" fue detenido tras un altercado en un bar. Pasó una noche en la cárcel, pero lejos de dramatizar el suceso, prefiere relativizar:

Ilusionado con un nuevo proyecto

En la charla, Levy se muestra especialmente entusiasmado por un nuevo proyecto en el que comparte pantalla con un familiar muy cercano. "Tenemos una relación muy linda", revela con una sonrisa cómplice, dejando entrever que este vínculo personal ha sido un motor emocional y profesional en esta nueva etapa.

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Actor de escenas románticas intensas y secuencias físicas exigentes, Levy reconoce que las primeras "se hacen en un momento", mientras que las segundas "se sufren un poco más". A pesar de ello, su pasión por el arte dramático sigue intacta. "Estoy muy bien y emocionado", insiste, con esa sinceridad serena que define a quienes han vivido lo suficiente como para mirar al pasado sin miedo.

Desde su salto a la fama en las telenovelas mexicanas como "Sortilegio" y "La tempestad", hasta su consolidación internacional gracias a Netflix, Levy ha recorrido un camino marcado por contrastes: de la pobreza extrema a la fama, del modelaje a la interpretación, de los titulares escandalosos al respeto artístico. Hoy, en su versión más madura, parece tener claro que el mejor papel de su vida lo está interpretando ahora: el de un hombre en paz consigo mismo.