Opinión

La crónica de Amilibia: Tranquilos, van a extirparnos la precariedad

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer en el Congreso
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer en el CongresoEduardo ParraEuropa Press

Dicen que los españoles somos más pobres cada día, que la inflación lleva a asalariados y pensionistas a su mayor empobrecimiento en el siglo, que el Covid dispara la pobreza (un millón más de personas con privaciones materiales severas), etc. Estaba uno pensando que quizá deberíamos peregrinar aTamara Falcó para que implore a su Virgen de la Alegría por todos nosotros pecadores, o a Amancio Ortega para que nos ofrezca benéficamente un cursillo acelerado sobre cómo salir de ésta sin morir en el intento. Ha ganado 10.000 millones más que en 2020, según Forbes, y sin jugar a la lotería. Algo debe saber. Pero se me aparece Él en un congreso no eucarístico, aunque podría, y subido al monte de las Bienaventuranzas, nos anuncia la buena nueva a todos los afligidos reales y potenciales: «Nacimos para extirpar la precariedad». Joder, eso se avisa, le grito al televisor, que ya me veía en la cola contra el hambre del cocinero José Andrés, a ver si le quedaba un poco de bacalao al pilpil y un vasito de Ribera.

Todo el mundo quieto, que aquí no pasa nada, ni pobreza energética ni absoluta, relativa, estructural o coyuntural: Él está ahí con el bisturí presto a extirpar nuestros males. Qué tranquilidad saber que Sánchez, nuestro amado Cirujano Jefe, ya está en el quirófano dispuesto a intervenir. De momento, hay una gran evolución: ha pasado de los términos náuticos («remar todos juntos») a los quirúrgicos: ya habla de extirpar y dentro de nada nos hablará de amputación, evisceración, punción y trepanación.. Dijo el Señor: «Bienaventurados los mansos porque ellos heredarán la Tierra». Pero no nos dijo quién tenía que palmar.