
Ocaso del poder
Así ha despedido Carla Bruni a Nicolas Sarkozy antes de entrar en la cárcel: "¿Cómo harán los separados?"
Mientras el expresidente francés se prepara para ingresar en prisión por la financiación ilegal de su campaña de 2007, Carla Bruni despide a su marido con versos melancólicos y un gesto de amor silencioso

París amanece con una mezcla de incredulidad y melancolía. Este martes, Nicolas Sarkozy, expresidente de la República Francesa, cruzará las puertas de la cárcel de La Santé. Lo hará con la cabeza alta, como él mismo prometió en una reciente entrevista con La Tribune Dimanche: "No le tengo miedo a la cárcel. Mantendré la cabeza alta, incluso frente a las puertas de La Santé". La frase, cargada de orgullo y resignación, marca el inicio de una nueva etapa en la vida de quien fuera uno de los hombres más poderosos de Europa.
La caída de Sarkozy se consuma tras la sentencia dictada el pasado 25 de septiembre, que le condena a cinco años de prisión por la financiación irregular de su campaña presidencial de 2007 con fondos procedentes del régimen libio de Muamar Gadafi. Aunque ha recurrido la decisión, la ejecución provisional de la pena es inmediata, debido a la "extrema gravedad de los actos" cometidos por un dirigente que, en su día, representaba el poder y la ambición de toda una nación.
Celda de 9 metros cuadrados
En la prisión parisina, el exmandatario de 70 años ocupará una celda de apenas nueve metros cuadrados en la unidad de aislamiento, diseñada para proteger a internos de alto perfil. Pasará sus días en soledad, con derecho a un breve paseo diario y acceso a una pequeña biblioteca o al gimnasio del recinto. Su contacto con el exterior quedará reducido a las visitas semanales de sus familiares más cercanos.
Entre ellos, la figura de Carla Bruni se erige como el contrapunto emocional de esta historia. La cantante y exprimera dama ha elegido el lenguaje del arte para despedirse de su marido, compartiendo en redes sociales un fragmento de su tema Les Séparés (Los separados), inspirado en un poema de Marceline Desbordes-Valmore. "¿Cómo harán los separados contra el dolor de la ausencia?", recita uno de los versos, acompañados por un collage de imágenes familiares: risas, abrazos y momentos junto a su hija Giulia. Una elegía íntima, cargada de simbolismo, que ha conmovido a sus seguidores.
Mientras Francia observa con una mezcla de asombro y compasión, el destino judicial de Sarkozy sigue en suspenso. Sus abogados podrían solicitar su liberación provisional en las próximas semanas, una decisión que deberá resolverse antes de Navidad. Si el tribunal accede, el expresidente podría enfrentar su apelación en libertad el próximo marzo.
El hombre que una vez caminó por los jardines del Elíseo entre flashes y aplausos se enfrenta ahora a las sombras de La Santé, donde cada día será un recordatorio de su caída.
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