Carlos Cuerpo, un madelman en zapatillas para echar un pulso a Trump: corredor, hijo de maestros y nieto de minero

Algo bueno que ha hecho Donald Trump en estos días de trapicheo con los aranceles ha sido cambiar el artículo que antecede al cargo de ministro Carlos Cuerpo. Del indeterminado "un" a "el", mucho más concreto. Casi un año y medio después de jurar el cargo, ha dejado de ser un ministro indefinido del que poco más se supo tras aquel acto de traspaso en el que Nadia Calviño le confió su cartera de Economía y él respondió rompiendo la solemnidad con las zapatillas de color marrón que escogió para la ocasión. Ahora es "El Cuerpo" contra el presidente estadounidense, como lo fue Elle MacPherson en el mundo de la moda.

Aparte de sus desavenencias con Yolanda Díaz, poco más se habló desde entonces de este extremeño que cumplirá 45 años en septiembre y nació en la localidad de Valle de la Serena, donde regresa cada verano para "tocar y sentir sus orígenes". Tiene una hija de diez años, a la que abrazó en la toma de posesión. Si se nos permite ese humor socarrón que emplean en los bares del pueblo, calmados y con cara seria, birra en mano, ya descubrimos la razón de sus deportivas: tras el acto echó a correr de un matrimonio que hacía un tiempo había hecho agua.

Un nuevo amor

Su nuevo romance con Marta Morano fue vox populi, sobre todo por la rapidez con la que fue nombrada directora general de la Seguridad Social, en enero de 2024, algo que despertó ciertos recelos. Morano aportó a la relación su propia descendencia y formaron una nueva y amplia familia en la que los asuntos económicos y de contabilidad deben de estar impolutos en el hogar.

Cuerpo tiene un perfil técnico y muy discreto. Se licenció en Economía y tiene un Máster en Economía por la London School of Economics y un Doctorado en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid. Son cosas que le dio la tierra, como también su apego a la raíz, su gusto por la vida pausada y su carácter calmado y reflexión. Es el rostro más amable de la bancada socialista, puro contraste con la explosión de María Jesús Montero o la carcajada sintética de Pedro Sánchez, que con tanta tensión maxilofacial algún se le quebrará la mandíbula.

Su madre creyó que era una inocentada

El día que recibió la llamada para tomar la cartera ministerial, su madre Manoli, maestra del pueblo como su marido Gregorio, ya fallecido, creyó que, tratándose del Día de los Inocentes, se trataba de una broma más. No obstante, siempre intuyó que su hijo llegaría lejos. En su toma de posesión como ministro contó que a los nueve años la familia emigró un tiempo a Suiza, lo que le ofreció una visión global del mundo y la ocasión de aprender idiomas. Tanto a él como a su hermano, Gregorio Pablo, cirujano cardiólogo en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Sus abuelos maternos, Cándida y Pablo Caballero El Pinche, fueron figuras decisivas en su crianza. Regentaban una tienda de ultramarinos en la calle Hernán Cortés y eran muy queridos. En su toma de posesión, Cuerpo tuvo un recuerdo muy entrañable para su abuelo, que quiso "que sus hijos tuvieran la educación que él no había tenido". Trabajador desde niño en la mina de wolframio del pueblo, se dedicaba a subir arena a su burro y transportarla. Desde entonces fue conocido como "El Pinche". También a su abuelo paterno, Valentín, que fue Guardia Civil, le dedicó unas emotivas palabras.

Durante su etapa universitaria, concilió los estudios con sus partidos de fútbol en el equipo Puerta Palmas de Badajoz, donde jugaban él como centrocampista y su hermano como delantero. Abandonó el balón, pero no el deporte. Su afición es correr. Se preparó para maratones y también se aficionó al triatlón. Hace solo unos días, corrió la media maratón en Madrid.

Con los mercados financieros en pánico, ha pedido al Congreso un voto de confianza ante los aranceles de Trump: "Estamos preparados". ¿Lo está?