Opinión

El diario de Amilibia: Almas arrepentidas, ¿adónde vais?

El sanchismo es una especie de almario funcionarial y apoltronado del que pocos se atreven a salir porque fuera no hay coche oficial ni Falcon

MADRID, 24/01/2024.- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante su reunión con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, este miércoles en el Palacio de la Moncloa, en Madrid. EFE/ Kiko Huesca
PEDRO SÁNCHEZ Y DANIEL NOBOAKiko HuescaAgencia EFE

Propongo un divertido juego: si el alma de Javier Cercas ha tardado cinco años o así en descubrir la verdadera alma de Pedro Sánchez, ¿cuánto podrían tardar las almas de los votantes sociatas o la de Page en percatarse de lo mismo? No se sabe. Puede que toda una eternidad si tenemos en cuenta la teoría del infinito de ZP y la cantidad de almas que alberga el PSOE, descontando las que se fueron al limbo de los justos: Leguina, Redondo, César Antonio Molina, etc., próximas a las almas mediopensionistas o de extrarradios: González, Guerra, Rodríguez Ibarra, Corcuera, Almunia… El sanchismo es una especie de almario funcionarial y apoltronado del que pocos se atreven a salir porque fuera no hay coche oficial ni Falcon.

El Gobierno tiene muchas almas y un solo Cuerpo. No el de Bomberos, sino el del ministro de Economía. El alma de la vicetiple primera, Marisú, está dedicada a hacer calvos a la oposición, mayormente a su calvo predilecto, Tellado, y a perseguir a los contribuyentes por el móvil con un nuevo «Pegasus». El alma de la vicetiple segunda, la Yoli, está en guerra con el alma de Garamendi a cuenta del SMI, la reducción de la jornada laboral y las ganas de meterle mano a los altos sueldos de los desalmados consejeros del Ibex: a ella le gusta abrir frentes de tres en tres. El alma de la vicetiple tercera, la Tere, está consagrada al juez García-Castellón, al que ve «con cierta querencia a pronunciarse en momentos políticos sensibles», frase que podría servirle más propiamente para Conde-Pumpido cuando llegue la amnistía al TC.

El 22% se arrepiente de haber votado al PSOE. Es la transmigración de las almas, pero no sabemos si se convierten fieles a Feijóo o en adictos a Cercas. Necesitan de guía a Fernando Savater.