Opinión

El diario de Amilibia: Amancio, socorra a la Benemérita, porfa

Piensa Marlaska que si el filántropo regala con frecuencia cientos de millones en máquinas de alta tecnología a la sanidad pública, también podría acordarse de los picoletos

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, atiende a medios a su llegada al acto de entrega de medallas al Mérito de Protección Civil, en la escuela Nacional de Protección Civil, a 12 de febrero de 2024, en Rivas- Vaciamadrid, Madrid (España). Marlaska preside hoy el acto de entrega de las Medallas al Mérito de la Protección Civil, que distinguen a personas u organizaciones por sus actuaciones en la protección de personas y bienes afectados por situaciones de emergencia, en consonanc...
Fernando Grande-MarlaskaGustavo ValienteEuropa Press

Los traficantes de cannabis que operan en el Estrecho practican como deporte de riesgo embestir a las patrulleras de la Guardia Civil. Los analistas señalan la pasividad del ministro del Interior, Grande-Marlaska, ante esta situación. Quizá no sean del todo justos con el ministro. Según mis fuentes y chorros, el ministro del Interior de agrio exterior, está esperando que el millonario Amancio Ortega, gallego de reconocida vocación marinera y que se ha comprado un megayate de 182 millones de euros, tenga un detalle y done varias patrulleras rápidas y resistentes que puedan superar los asaltos de las narcolanchas.

Piensa Marlaska que si el filántropo regala con frecuencia cientos de millones en máquinas de alta tecnología a la sanidad pública, también podría acordarse de los picoletos: los fondos del ministerio están exhaustos por los gastos extra en la investigación nacional e internacional del caso «Pegasus» y el mejoramiento de los fondos destinados a las cloacas que husmean las camas de Ayuso y lo que hace en ellas. Cuentan las malas lenguas que, inspirado en la hucha que ha creado Puchi para que sus fieles le subvencionen la campaña electoral, está estudiando seriamente un crowdfunding para la adquisición de lanchas, con la esperanza de que la fachosfera, que tanto admira a los tricornios, acoquine la pasta. También espera que Sumar logre que el Parlamento apruebe la legalización de la marihuana: cree el rojerío, bendito sea, que, legalizada la maría, se acabaría eso de bajarse al moro en narcolancha y atropellando.

La Yoli ha dirigido varias preguntas al Gobierno sobre la legalización del porreo. Aún no ha respondido porque en la Moncloa todos están colocados haciendo cortinas de humo. Gran trabajo.