Mi vecina Alicia, sanchista, dice que, a pesar de la cabeza humillada y el gesto compungido que exhibió en la comparecencia del perdón donde se absolvió a sí mismo ("seguimos con el proyecto"), ella vio al Apolo de la Moncloa como al único superviviente del accidente aéreo en la India, Ramesh Viswashkumar, que salió caminando entre los restos humeantes del avión y de 268 muertos. Ah, la fe del sanchismo, le grita al televisor, capaz de transformar una plañidera en hombre milagro, en Lázaro siempre resucitado.

Yo lo vi un poco quemado, pero a lo mejor era por el maquillaje fúnebre. Él y los suyos pusieron la mano en el fuego por tantos, que ahora nos encontramos con un Gobierno manco: el Gobierno de la Mano Negra comandado por el Capitán Garfio. Leo: "Piden investigar el papel del presidente en el rescate de Air Europa". Tiene que investigarlo, eso sí, la Oficina de Conflictos de Intereses (OCI) dependiente del ministerio para la Transformación Digital, o sea, de Óscar López.

Así que el superviviente de todas las catástrofes se investigará a sí mismo. Como la santa María de Jesús de Ágreda, que evangelizó Nueva México sin salir de su claustro español, posee el don de la bilocación: puede estar en el banquillo de los investigados y a la vez en el tribunal investigador; puede estar arrodillado en el confesionario y a la vez en el lugar del cura; puede estar en la carretera con la banda del Peugeot y a la vez amañando las primarias en Ferraz; puede estar manejando la máquina del fango en la tierra y a la vez en el cielo montadito en el Falcon; puede... La duda: ¿de qué irá maquillado al Congreso? ¿De viudo inconsolable, de víctima propiciatoria de la UCO o de conde Drácula siempre dispuesto a tirarse al cuello de Ayuso?