Saga
La intrahistoria familiar de Miquel Suqué, fallecido a los 63 años: todo empezó en un castillo
El empresario pertenecía a una de las sagas con mayor renombre de la burguesía catalana
La biografía de Miquel Suqué, fallecido este domingo 15 de junio a los 63 años, nos traslada al menos cuatro generaciones atrás, origen de la saga de este destacado empresario catalán, presidente del Grupo Peralada. Su abuelo era Miguel Mateu (1898-1972), primer alcalde franquista de Barcelona, presidente de La Caixa y fundador y presidente de la patronal catalana Foment. Este hombre, coleccionista de vidrio, viajaba por el mundo comprando balsamarios y otras valiosas piezas que completaban las de su padre y bisabuelo de Miquel, Damián Mateu, cofundador de los automóviles Hispano-Suiza y miembro de la burguesía catalana de la época.
La inquietud cultural del abuelo Miguel
Desde sus inicios, la familia mantuvo contactos muy estrechos con los políticos (incluido el clan de los Puyol), empresarios e intelectuales. La inquietud cultural del abuelo Miguel le llevó a interesarse por el castillo de Castell Peralada, que había pertenecido a los condes de Peralada, y un antiguo convento carmelita anexo. En 1923 se hizo con la propiedad y convirtió el conjunto arquitectónico en su particular templo de arte. Con el tiempo, aquellas colecciones de vidrio, pintura y cerámica que había ido recopilando de sus viajes convergieron en el Museo del Castillo.
El impulso de un imperio
En 1972, tras la muerte de Miguel Mateu, su yerno Arturo Suqué tomó las riendas de Perelada, asumiendo el legado con un firme compromiso transformador. En su honor, Arturo y su esposa Carmen impulsaron el Festival del Castillo de Peralada, un evento cultural de prestigio internacional. Además, el matrimonio se fijó como objetivo colocar a Peralada entre las bodegas de mayor prestigio.
En el empeño se involucró el resto de la familia, apostando por vinos de calidad, plantando y adquiriendo viñedos y formando un equipo de enólogos de gran prestigio, aprovechando el potencial vitivinícola del Empordà.
Arturo Suqué fue también el artífice de la entrada de la familia en el sector del juego, con la apertura en 1979 del primer casino en el castillo que heredó su esposa, Carmen Mateu. Hoy, los Suqué Mateu están considerados también los señores del juego. A través de del Grupo Peralada dominan los casinos y negocio de apuestas en línea de Cataluña y tienen filiales en diferentes lugares, con cifras de facturación propias de gigante.
Los Suqué crearon una filial en 2011, cuando se legalizó el juego online en España, y la trasladaron en 2020 a Ceuta para aprovechar las ventajas fiscales que ofrece la ciudad autónoma a este sector.
"Somos uno de los Casinos más importantes a nivel mundial en cuanto a torneos de Poker, albergamos eventos tan importantes como el European Poker Tour desde 2004, así que en nuestra versión online no nos podíamos quedar atrás", dice Casino Barcelona Online en su web.
Coleccionistas de arte y cuarta generación de esta dinastía, los Suqué Mateu son además propietarios de varias bodegas, con 450 hectáreas de viñedos propios y capacidad para vender 20 millones de botellas y presencia en 100 países.
El emblema es su espectacular bodega en el Empordà, inaugurada en 2022 y en la que han invertido 46 millones, que incluye un hotel de lujo o un campo de golf de 18 hoyos. Su centro de operaciones sigue siendo el castillo de Peralada (Gerona),
Arturo Suqué, padre de Miquel Suqué Mateu, falleció en 2021 a los 90 años. El empresario fallecido hoy era el menor de tres hermanos y se ocupaba del negocio del juego, los hoteles y de la marca automovilística Hispano-Suiza, fundada en 1904 por su bisabuelo Damián.