Pago a proveedores

Ni en siete años ni en siete días por Ana PASTOR

Ni en siete años ni en siete días, por Ana PASTOR
Ni en siete años ni en siete días, por Ana PASTORlarazon


El 23 de noviembre del año 2004, el Ministerio de Sanidad aprobó un plan estratégico de política farmacéutica para el Sistema Nacional de Salud. El plan contemplaba la agilización de los procedimientos de autorización y registro de los medicamentos, que la Agencia Española del Medicamento se convirtiera en un organismo eficaz en el desempeño de su rol como agencia independiente y dotarla de rigor científico al conjunto de la prestación farmacéutica. Evidencia científica y racionalización del gasto como elementos claves en la fijación de los precios. Información y promoción de los medicamentos a los profesionales. Mejorar el servicio de distribución de fármacos especialmente en la trazabilidad de los fármacos. Apoyo a las oficinas de farmacia (si las llegan a apoyar, no sé que les hubiera pasado). Un nuevo papel de los médicos en la calidad de la prescripción.


Adecuación del tamaño de los formatos de los medicamentos a la duración de los mismos. Uso adecuado de los fármacos, una nueva política de genéricos y precios de referencia. Todo ello aderezado con 67 medidas a poner en marcha para cumplir con todos estos objetivos. Han pasado casi siete años y del plan, de sus objetivos y de sus medidas nunca más se supo. La única decisión de calado conocida es la derogación del sistema de precios de referencia que puso en marcha el Gobierno del Partido Popular que consistía en que cuando los medicamentos pierdan la patente pasaban a precio de referencia de forma automática, lo que supuso que el primer año de aplicación se ahorraran ya 1.500 euros cambiándola por un sistema en que el paso al precio de referencia tarda tres años. Eso unido a que una parte de los medicamentos dispensados en oficina de farmacia ahora lo son en el hospital, hace que el gasto total en medicamentos siga incrementándose. El gasto hospitalario esta creciendo en algunos grupos terapeúticos de forma preocupante. ¡A buenas horas! En siete días, en política farmacéutica, no se puede hacer lo que no se hizo en siete años.