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La Montiel declara por la estafa de su administrador por Jesús Mariñas

La Montiel declara por la estafa de su administrador por Jesús Mariñas
La Montiel declara por la estafa de su administrador por Jesús Mariñaslarazon

Decíamos ayer y hoy repetimos que Alessandro Lequio busca incansable, obsesionado y cabreado al autor, o autora, del reportaje hecho a la familia, con Obregón incluida, en el momento en que su hijo Álex hacía el ingreso en una universidad norteamericana. Al aire del conde italiano otros intentan descubrir que malévola estilista usó el traje nupcial de Miranda, anteriormente paseado con garbo y mucha alegría por Nati Abascal en la fiesta hippie que para Pachá organiza tradicionalmente Carlos Martorell. Pero ahí no para la repetición insólita de lo que debía ser secreto ceremonial bien guardado de la paciente holandesa que casi nos acongoja con su sempiterno aire de mosquita muerta. Cary Lapique también sudó ese traje de Oscar de la Renta, en un reportaje montado por Nati el pasado 10 de agosto, donde Lapique aparece en la casa alquilada este verano en la isla blanca. Tres veces el mismo mes, con apenas dos semanas de espacio repetidor. ¿Culpa de Oscar, o bis obligado porque es mal mes para elegir ropajes estivales, ya todos en liquidación? Un misterio por descubrir. Aunque creo conocer la causante de que el vestido fuera de mano en mano hasta llegar a traje casamentero. Para matarla.

Lo mismo que piensa Sara Montiel ante su comparecencia de hoy en el juzgado de Plaza de Castilla para declarar contra su ex administrador, al que en 1974 contrató como chico de los recados y luego integró como uno más de la familia Tous-Montiel. Treinta y seis años de servicio aparentemente impecable. Gozó de la absoluta confianza del inolvidable Pepe, una libertad también admitida por Sara, que pasaba mucho de sus cuentas corrientes. Hasta que hace poco más de un año su hija Thais intuyó irregularidades luego presuntamente confirmadas como presunta estafa, fraude o traición. Y aunque ella no puede contar porque ya es secreto de sumario, yo sí puedo repasar la posible defraudación del que parecía abnegado empleado. Sara denuncia por «apropiación indebida» y la suma cuestionada podría ascender a dos mil millones de pesetas. En su día me habló de 250 millones ingresados cuando se deshizo del Bingo Balear, otros 600 al vender varios pisos y 150 ganados por exclusivas durante su historia con el cubano Tony. Cien millones a los que añadir las rentas entre 800 y 2.000 euros mensuales de sus casas madrileñas, conciertos y actuaciones y un sinfín de distintos conceptos en un fraude no sólo económico, también afectivo. Para que uno se fíe del entorno.