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«La acción militar seguirá hasta que Gadafi deje de atacar a civiles»

La secretaria de Estado de EEUU afirmó hoy en Londres que la presión de la coalición al régimen libio continuará hasta que Gadafi cumpla con la resolución 1973 de la ONU.> Los asistentes a la reunión de Londres crean un grupo de contacto sobre Libia> Los rebeldes libios rechazan que Gadafi o su familia participen en la transición democrática> La oposición ya planifica una Libia sin Gadafi

En su intervención en la conferencia de Londres sobre Libia, Clinton destacó la importancia de enviar el mensaje de que Gadafi "debe marcharse"porque "ha perdido el liderazgo". También resaltó la importancia de hacer frente a la ayuda humanitaria y el apoyo a los esfuerzos para un cambio político en el país.


El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, dijo hoy en Londres que este organismo asistirá a Libia en su proceso de transición democrática y señaló que se habían iniciado contactos diplomáticos con las partes en conflicto para poner fin a la crisis.

En una intervención previa al inicio de una cumbre multilateral para analizar el futuro del país magrebí, Ban Ki-Moon anunció que su enviado especial, el ex ministro de Asuntos Exteriores jordano Abdel Ilah Al-Khatib, se reunirá próximamente en Libia con miembros del Gobierno y del Consejo Nacional de Transición.

El objetivo, indicó, es "mantener abiertos canales directos de comunicación con todas las partes"y "ayudar a resolver el conflicto atendiendo a la voluntad del pueblo libio".

El secretario general reiteró su llamamiento a un alto el fuego y exigió que éste sea verificable y permita el acceso sin restricciones a toda la ayuda humanitaria.

Dijo que había habido "informes preocupantes"de abusos de los derechos humanos cometidos por todas las partes y recordó que unas 380.000 personas han abandonado Libia desde que comenzó el conflicto y unas 13.000 están atrapados en la frontera entre Egipto y Túnez.

El coordinador de ayuda humanitaria de la ONU, Rachid Khalikov, viajará al país para gestionar la distribución de la ayuda.

Ban expresó asimismo su apoyo a la propuesta del primer ministro David Cameron de establecer un grupo de contacto para facilitar el proceso de transición en Libia y advirtió de la necesidad de que haya coordinación, al tiempo que se ofreció para facilitarla.

"Nuestro interés a largo plazo es ayudar en la transición", dijo, para añadir que ésta "tomará su tiempo".

El mandatario aseguró que la intervención "decisiva"de la coalición internacional en el país norteafricano ha "salvado miles de vidas"y expresó su satisfacción por la participación de un amplio abanico de países.

Precisó, sin embargo, que, aunque "ha evitado una catástrofe", la operación militar no resolverá por sí sola la crisis, sino que hay que propiciar una salida política.

Hizo también un llamamiento a la comunidad internacional para que contribuya al fondo de ayuda a las personas refugiadas a raíz del conflicto, que pretende recaudar 160 millones de dólares.

Ban Ki-Moon subrayó que la prioridad de la ONU en base a la resolución 1973, con la que se autorizó la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia a fin de proteger a la población civil, continúa siendo "salvar vidas de civiles y poner fin a las hostilidades".

 

La conferencia internacional que busca favorecer una salida política a la actual guerra civil en Libia de este martes en Londres ha contado con la presencia de más de 40 países y organizaciones internacionales, entre los que figuran siete naciones árabes (Marruecos, Túnez, Qatar, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Líbano y Jordania).

Marruecos, Qatar, Jordania y Emiratos han desplazado a Londres a sus ministros de Exteriores, respondiendo al nivel en el que se convocó la conferencia, igual que Turquía (país no árabe pero de mayoría musulmana). El resto está representado a nivel de embajadores. La Liga Arabe también participa a través de su jefe de gabinete, Hesham Yusef, así como la Organización de la Conferencia Islámica, representada por su secretario general, Ekmeleddin Ihsanoglu.

Presidida por el ministro británico de Exteriores, William Hague, la conferencia ha arrancado a las 14.00 horas con la presencia, entre otros, de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, una veintena de ministros de la UE, entre ellos la jefa de la diplomacia española, Trinidad Jiménez; la Alta Representante de Política Exteriores de la UE, Catherine Ashton, y los secretarios generales de la ONU, Ban Ki Moon, y de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen. Australia, el Vaticano, Indonesia y el Banco Mundial participan como observadores.

Hague ha explicado que la conferencia de Londres busca "crear las condiciones para que el pueblo libio determine su propio futuro"con el lanzamiento de un proceso de transición hacia la democracia en Libia a través de un diálogo político nacional que incluirá al Consejo Nacional de Transición libio, órgano de gobierno de la oposición.

Aunque el Consejo no participará en la conferencia, Hague se ha reunido de forma previa con su enviado especial, Mahmud Jibril, a quien prevé ver también el primer ministro británico, David Cameron.

Los representantes de la oposición libia se han comprometido en Londres a celebrar elecciones "libres y justas"en caso de que Muamar Gadafi renuncie al poder con el fin de garantizar la transición a la democracia.

Aunque Londres considera al Consejo Nacional de Transición libio un interlocutor político "legítimo e importante"asume que no puede considerarse como el único representante del pueblo libio y considera, en palabras de Hague, que no tiene por qué constituir necesariamente el futuro Gobierno de Libia.

Hague también ha instado al régimen de Gadafi a que aplique "un alto el fuego real"y se retire de las áreas en las que lucha con los rebeldes, lo que significaría que la resolución de Naciones Unidas habrá sido aplicada con éxito.

En una entrevista con la BBC, Hague ha subrayado que Gadafi debe "abandonar el poder"y, en su opinión, responder por sus crímenes ante el Tribunal Penal Internacional. No obstante, ha matizado que a dónde vaya Gadafi tras abandonar el poder "si es que se va, depende de él y del pueblo libio determinarlo". "Nosotros no tendremos necesariamente control sobre eso", ha dicho.

Aunque Londres considera al Consejo Nacional de Transición libio un interlocutor político "legítimo e importante", asume que no puede considerarse como el único representante del pueblo libio y considera, en palabras de Hague, que no tiene por qué ser necesariamente el futuro Gobierno de Libia.