Barajas

Las secuelas emocionales de las víctimas pueden durar semanas

Pueden sufrir trastornos del sueño y sentimientos de rabia e impotencia. 

048mur13fot1
048mur13fot1larazon

Una de las principales preocupaciones de los equipos multidisciplinares desplazados a Lorca es la recuperación psicológica de los ciudadanos. Una tragedia de estas características no tiene por qué provocar trastornos graves, pero sí algunas disfunciones en el comportamiento que pueden durar semanas. Lo más habitual es que sientan miedo, incertidumbre, que no puedan dejar de ver en su cabeza las imágenes de la secuencia del terremoto, incluso pueden llegar a transformarse en llantos, ira, impotencia y trastornos del sueño. Por ello, psicólogos y psiquiatras aconsejan rodearse de su círculo más cercano, hablar de lo sucedido y volver a la normalidad lo antes posible. Uno de los aspectos más importantes, según María Isabel Ramos, psiquiatra del Hospital Clínico de Madrid –que ha trabajado con víctimas del 11M y del accidente de Barajas, es mantenerse alejados de los medios de comunicación: «La exposición continuada no es buena porque supone revivir constantemente lo ocurrido». Ademas, recomendó que soliciten ayuda médica si los síntomas perduren más allá de las cuatro semanas.

Para Miriam González, coordinadora del Grupo de Emergencias del Colegio de Psicólogos de Madrid, «el impacto emocional puede afectar tanto a las personas que han sufrido secuelas físicas, a las que han perdido a un ser querido o a los que se han quedado sin un lugar donde vivir».

María José Catalán, decana del Colegio de Psicólogos de Murcia, dijo que «la forma de ser de los mediterráneos permite que exista un mayor contagio emocional, a diferencia de Japón donde a los afectados les cuesta expresar sus emociones. El pánico de las primeras horas también tiene que ver con la secuencia de noticias. Era todo muy alarmista. Lo que a ellos les llegó es que se trata de una zona sísmica, con edificios afectados por terremotos anteriores.

Después, una réplica causó más daños que el primer seísmo, lo que aumentó el miedo». Además, recordó que hay que tener un especial cuidado «en la atención de las personas mayores, que son más reacias a los cambios y que han tenido que abandonar sus entornos habituales».

En cuanto a los niños, la experta en psicología infantil de la UNED, Victoria del Barrio, recomendó alos padres que mantengan la serenidad, que sean sinceros con los niños y que intenten que recuperen la normalidad cuanto antes para olvidar el susto.