Nueva York

Obama comandante en jefe

Muestra su cara más presidencial con las víctimas del huracán en Nueva Jersey. Tras visitar a los damnificados, retoma hoy su campaña electoral en Las Vegas

Obama, junto a Chris Christie en uno de los alberges destinados a las víctimas del huracán en Nueva Jersey
Obama, junto a Chris Christie en uno de los alberges destinados a las víctimas del huracán en Nueva Jerseylarazon

NUEVA YORK- Un día después del zarpazo del huracán «Sandy» por la cosa Este, Barack Obama visitó el Estado más devastado, Nueva Jersey, junto a su gobernador, el republicano Chris Christie. La relación entre el dirigente conservador y el presidente demócrata representa la unión de las dos Américas tras este desastre. Conocido por su forma llana y clara de hablar, Christie alabó el martes la ayuda prestada por el presidente norteamericano estos días de dificultad. Su reacción ha sorprendido a muchos dirigentes conservadores del ala dura que no le perdonan sus palabras amables.

Christie es una de las figuras emergentes del Partido Republicano que podría perfilarse como el próximo líder conservador si Mitt Romney pierde en las urnas. «Quiero que todo el mundo sepa que el gobernador [por Christie] está haciendo horas extras», reconoció Obama del dirigente republicano, que lleva prácticamente desde el lunes sin dormir. «El país entero ha visto lo que ha pasado. Todo el mundo sabe el gran golpe que ha recibido Nueva Jersey», relató el presidente demócrata desde un centro comunitario, donde los voluntarios han cocinado durante 18 horas seguidas para atender a los damnificados.

Solidaridad nacional
Rodeado de víctimas, Obama aseguró que lo más importante para ellos es restaurar el sistema eléctrico. «El país se ayuda porque nunca se sabe cuándo alguien puede sufrir un desastre», reconoció. Después departió unos minutos con los damnificados.
Hoy de vuelta en su gira electoral, que le llevará a Las Vegas (Nevada) y Colorado, Obama, ha demostrado que sabe hacer campaña incluso cuando decide cancelarla por un desastre natural. El líder demócrata ha pasado de candidato a presidente para a la vez sacar partido de la tormenta «Franknestein» a sólo seis días de la jornada de elecciones. A principios de semana, no dudó en suspender su acto de campaña del lunes en Orlando (Florida), un Estado fundamental en las elecciones. Pero quizá también sabe que lo tiene perdido, pues el candidato republicano va por delante en la mayoría de encuestas.

Obama regresó a Washington para supervisar el plan de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, en sus siglas en inglés) ante el huracán. Desde lunes, ha ofrecido ruedas de prensa y facilitado fotografías de sus reuniones en la Sala de Situaciones de la Casa Blanca.

La FEMA se cuela en las próximas jornadas en campaña. Obama, retratado por sus enemigos como un socialista que quiere ampliar el Gobierno, defenderá en los actos electorales de estos días la necesidad de una Administración efectiva, donde pondrá como ejemplo su gestión ante el huracán «Sandy».

«El mensaje más importante que tengo para los estadounidenses es que América está con vosotros. Estamos con vosotros, y vamos a hacer todo lo posible para ayudaros», indicó el presidente mientras supervisaba la zona afectada de Nueva Jersey. Para Obama, el Gobierno federal es fundamental para proporcionar este tipo de ayuda. Mientras, los republicanos, que prefieren una autoridad mínima, confían más en los alcaldes, los servicios de las ciudades y los esfuerzos de los voluntarios de cada comunidad para contrarrestar los efectos de este tipo de desastres.

Nadie puede adivinar cómo afectará la gestión de Obama a las elecciones presidenciales. Quizá no tenga demasiada influencia, ya que Nueva York, afectada también por el huracán, es bastión demócrata. Mientras, en Nueva Jersey va por delante en las encuestas. Mientras, los estados indecisos, campo de batalla esto días de Romney y Obama, no han sufrido grandes pérdidas. Aun así, parece poco discutible que el huracán ha dado un empujón a Obama. Les ha dado a los estadounidenses la imagen que necesitan en estos momentos de un comandante en jefe, alguien que sabe ponerse al frente de su país en momentos de desastre. Todo a pesar de que esté haciendo precisamente lo que tiene que se espera de él cuando se le vota y de que dispone de todos los medios y recursos.

En cambio, el republicano Romney se ha visto relegado a un segundo plano sin poder atacar a su rival. Mostró, sin embargo, habilidad al «rebautizar» su campaña y convertirla en actos de ayuda a los damnificados. El martes estuvo en Ohio, donde patrocinó un acto de recolecta de comida enlatada para las víctimas del huracán «Sandy». Mientras, recordó que «todos estos alimentos son para la gente que los necesita. Vamos a ayudarlos», explicó el candidato republicano, que no sugirió que este tipo de iniciativas deban sustituir al Gobierno.
Ahora les toca decidir a los estadounidenses a quién eligen de los dos el próximo martes 6 de noviembre. Quién quieren que sea su comandante en jefe para los próximos cuatro años.

Mitt elude el «Sandy» y se centra en la economía
Mitt Romney retomó ayer la campaña electoral en Florida, uno de los Estados bisagra, donde se ha reducido su desventaja frente a Obama y donde están en juego 29 votos electorales. El candidato republicano comenzó su discurso recordando a las víctimas del huracán «Sandy», pero centró el grueso de su aparición en la economía, el tema estrella de estas elecciones. «Estados Unidos no puede permitirse cuatro años más así», aseguró Romney, que también defendió que el país necesita «un cambio de rumbo». Ante la imposibilidad de criticar al candidato demócrata con el fin de no utilizar el huracán «Sandy» como tema electoral, Romney prefiere hablar de economía, terreno en el que se siente más seguro. Según una encuesta difundida ayer por la Universidad Quinnipiac, Obama aventaja en intención de voto al candidato republicano por un sólo punto en Florida, una distancia mucho más corta que hace apenas un mes. Mientras, el presidente continúa con su campaña electoral suspendida, ya que sigue atendiendo las necesidades generadas tras el paso de «Sandy», Romney hará hoy campaña en Virginia y mañana en Ohio, donde coincidirá con Obama en un Estado crucial para el resultado electoral del próximo martes.