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Nace el sistema español de inspección de objetos por rayos X

Nace el sistema español de inspección de objetos por rayos X
Nace el sistema español de inspección de objetos por rayos Xlarazon

Se llama BS6040 y es el primer sistema español de inspección de objetos por rayos X para seguridad. El proyecto de la multinacional Indra se terminó a finales del pasado mes de febrero y ya tiene compradores privados en el Norte de África. En casi cuatro años de trabajo, el Centro de Excelencia en Seguridad de León ha desarrollado «dos tipos de escáner que sirven para bultos de 60 x 40 cm y 90 x 75 de ancho por alto. El largo es ilimitado y su aplicación está señalada para bolsos, equipajes de mano, paquetería e infraestructuras públicas críticas como aeropuertos, puertos, estaciones o administraciones», explica Fernando Aller, responsable del proyecto.

La tecnología que se aplica, llamada Dual Energy, permite obtener imágenes del interior de los paquetes en dos longitudes de onda diferentes. «Se usan dos a la vez para ver cómo la absorción de la energía por la materia es diferente y obtener el comportamiento relativo, de esta manera se distinguen materiales orgánicos de inorgánicos», detalla Aller. Con esta técnica se identifican drogas, explosivos, armas metálicas, electrónica, cables...

Este nuevo sistema tiene una ventaja respecto a otras soluciones y es que automatiza el tratamiento de imágenes, facilitando el trabajo del operador de la máquina. Las ondas de alta energía atraviesan con más facilidad la materia, como una placa de hierro, con lo que puede verse la sombra de un objeto que quede debajo «por ejemplo unas tijeras», afirma Aller.

Gracias al tratamiento automático de la imagen, los algoritmos matemáticos del sistema realzan los bordes, intensifican la luz y reinterpretan los objetos ocultos. Se reduce el tiempo de inspección de los operadores que hasta ahora realizaban este proceso de manera manual.
La segunda gran aportación de esta tecnología «made in Spain» es que los escáneres identifican la composición de los líquidos potencialmente peligrosos sin necesidad de abrir los recipientes que los contienen. «Con la aplicación de rayos en dos longitudes de onda se obtiene el número atómico del material y se calcula su densidad. Gracias a la energía que atraviesa los objetos y que llega a los sensores y a las tablas de espectometría se verifica de qué líquido se trata», concluye Aller.

Los primeros aparatos han recibido la aprobación del Consejo de Seguridad Nuclear sobre protección radiológica que asegura que un operador puede desarrollar su trabajo cerca de la máquina en jornadas de ocho horas sin consecuencias negativas para su salud. Y, aunque la iniciativa está teniendo acogida en el mercado, el proyecto de I+D sigue adelante: «En un año tendremos un prototipo de escaneado para vehículos», explica Aller.