Un curso importante

El curso de política agraria que está a punto de comenzar se presenta muy cargado y difícil en su vertiente comunitaria. El doble proceso negociador que va a comenzar sobre la reforma de la PAC y de la estructura presupuestaria de la UE se verá dificultado por la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y por los nuevos poderes que tiene el Parlamento Europeo (PE), que lo complica todo mucho. Si hasta ahora había que andarse con pies de plomo cuando se abordaban estos asuntos, a partir de este momento todavía más. Tampoco se debe perder de vista el capítulo de las relaciones exteriores de la UE, con las negociaciones en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que tienen uno de sus principales obstáculos en el aspecto agrario. El acuerdo al que se llegue repercutirá también en la PAC que haya a partir de 2014. La reanudación de las negociaciones con los países de Mercosur para establecer un Acuerdo de Libre Comercio será otro de los asuntos prioritarios.
Desde el punto de vista español conviene recordar que la Comisión presentará en septiembre el texto en el que se recoge el nuevo Acuerdo de Asociación con Marruecos, que debe ser ratificado por el Consejo de Ministros y por el PE. No se espera que haya cambios en su contenido, que hace recaer las concesiones a este país sobre el sector hispano de frutas y hortalizas, que resultará gravemente perjudicado cuando entre en vigor. Se trata de un asunto con importante trasfondo político en nuestro país.