Londres

La imagen de España por Martín Prieto

La Razón
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Un cura de pueblo dado a los excesos teológicos amedrentaba a su feligresía sobre los horrores del infierno con una teoría de tridentes afilados y hierros candentes hasta que un labriego sabio, cansado de una oratoria de suplicios, se irguió y le espetó con modestia: «Padre, apártenos del pecado, pero no nos acojone».
Pasa lo mismo con la deconstrucción de la marca España desde medios de información totémicos que creíamos modelos de objetividad. «The Financial Times» recibe su parte de publicidad institucional española, pero cuando se acaba la remesa vuelven a dar una imagen haraposa de nuestras finanzas y de nada sirve que Elena Salgado marche a Londres a almorzar con la plana directiva del periódico. No se sabe quién ha aconsejado al Rey reunirse con los cabezas de huevo de la «Vieja dama gris» aireadora de nuestras miserias universales.
«The New York Times» acaba de perder al propietario que aunó los apellidos fundacionales Ochs y Sulzberger. El Rey habría sacado más provecho en un mano a mano con el poderoso mexicano Carlos Slim, accionista de referencia del diario y patrón de Felipe González. La televisora CBS ha recogido el testigo de los «homeless» españoles y el candidato Romney le ha dicho al Presidente Obama que no quiere que Estados Unidos se parezca a España.
Como el cura del cuento, no nos están evangelizando sino acojonando, con gran desprecio de la realidad. Y la celebrada «Reuters» anuncia nuestro rescate para este fin de semana con casi todo el Gobierno en Rabat o en Malta y los Príncipes en Panamá.
Ya dijo Rajoy con el sordo cabreo que se puede permitir un galaico que España no es Uganda, y han debido tomárselo al pie de la letra porque nos están comparando con Burkina-Fasso en el área de la Al Qaeda submagrebí, allá donde Tombuctú fue cabeza de un imperio. Los agregados de Prensa estadounidenses suelen ser antenas locales de la CIA; los de nuestras embajadas, sin señalar a nadie, parecen recortadores de prensa.