Cataluña

En fase terminal

La Razón
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La semana refleja lo evidente: la soledad de un presidente contestado por todo el arco parlamentario y falto de rumbo. Digan lo que digan en público, el desánimo era palpable en el Grupo Socialista. Ese magnífico discurso de Duran Lleida revela como pocos la situación de un Gobierno que exige a gritos renovación y coherencia interna. Para Rajoy, el cambio ha comenzado. Tras una Legislatura de aislamiento hacia el PP, la moneda ha dado la vuelta. Desde Moncloa se intenta insuflar optimismo y confían en el efecto-reflejo de Zapatero, tan aficionado a sacarse conejillos de la manga. Bajo la amenaza de una huelga general, elecciones en Cataluña perdidas y resultados autonómicos y municipales muy buenos para el PP, el horizonte es tenebroso. Vive Zapatero abrumado en su propia cicuta. Engañó un día a Mas, y ahora le salva in extremis Duran. El PNV le puede poner un alto precio y complicar las cosas en Euskadi. Con el ajuste, hacia la izquierda solo le quedan veleidades demagógicas contra los ricos. Es un Gobierno en fase terminal.